En muchas zonas del norte de España el entretiempo es un periodo en el que se puede estar durante buena parte del año. Generalmente, el invierno es frío, pero tampoco polar, y el verano es suave. En algunos momentos, una llega a tener la sensación de que no hay estaciones, sino que, con pequeñas variaciones, todo el año es de tiempo moderado... o entretiempo.
Para la moda, esto tiene sus ventajas: no hay que hacer cambios radicales de indumentaria. Puedes llevar la misma cazadora casi durante 9 o 10 meses al año. Incluso en los meses de verano necesitarás ponerte algo encima en cuanto se va el sol.
El armario de una norteña como yo es bastante sencillo. Suelo comprar jerséis de mujer porque es una prenda muy socorrida en mi tierra. Como digo nunca hace demasiado calor, así que incluso en un día de verano puedes salir a tomar algo con un jersey. Si se da la circunstancia de que pega mucho el calor, te lo quitas y ya está, pero si tira un poco de viento (cosa bastante habitual), entonces te lo vuelves a poner. En realidad, yo que soy bastante friolera, rara vez me quito el jersey...
Así que, en lo que se refiere a la ropa, yo lo tenía todo bien organizadito... hasta que tuve que venirme a Madrid a terminar mis estudios. Conocía la ciudad, pero nunca había pasado una larga temporada. En invierno hace bastante frío, pero es un frío más seco y que yo soporto mejor. Pero la diferencia con el norte es que no hay apenas entretiempo. De repente, un día el frío se termina y llega el calor: no hay intermedio.
Así que dejé de comprar jerséis de mujer porque aquí no los iba a necesitar tanto y empecé a mirar vestidos. A mí me encantan los vestidos, pero en mi tierra apenas los puedes usar por lo expuesto más arriba: en cuanto se va el sol, a pasar frío, aunque sea en pleno agosto. Pero en Madrid no, todo lo contrario: te mueres de calor 4 meses al año.