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Las cortinas verticales son una alternativa moderna y eficaz a los modelos convencionales de cortina y estor. Por su estética y funcionalidad, este tipo de cortinas ha ganado terreno en entornos domésticos y empresariales gracias a su aceptación creciente entre los expertos en decoración y los propios consumidores, que reconocen cada vez más las ventajas de este sistema.

 

En concreto, uno de los beneficios de instalar Cortinas verticales opacas baratas y a medida es la comodidad para regular la iluminación. De forma similar a las persianas venecianas, estas cortinas se componen de un conjunto de lamas dispuestas en sentido vertical que, al inclinarse, bloquean o permiten el paso de la luz. 

 

Mientras que las cortinas tradicionales deben recogerse y fijarse con una abrazadera o similar, las verticales se gradúan con un simple giro de muñeca o por medio de mandos a distancia.

 

Las características del diseño de una cortina vertical la hacen idónea para implementarse en puertas acristaladas y grandes ventanales. Más allá de sus cualidades estéticas para cubrir dichas superficies, estas cortinas son especialmente aptas por su grosor, fácil manipulación y capacidad para neutralizar los rayos solares. De este modo, los salones y dormitorios anexos a terrazas, balcones o patios disfrutan de una iluminación más suave y relajada.

 

Otra de las ventajas de las cortinas verticales es la ilusión que genera en los techos. Estos ganarán en altura, aparentemente, de forma similar a cómo sucede con el papel de pared de rayas verticales y otros patrones similares.

La variedad de colores, tejidos y diseños de las cortinas verticales es similar al resto de cortinas y estores, con la diferencia significativa de que su diseño de lamas organizadas de arriba a abajo les aporta un toque vanguardista y novedoso. De ahí que sea un producto idóneo para armonizar con estilos relacionados, como el minimalismo, el escandinavo o el farm house.

Las mamparas de protección son una manera no solo de protegerse de virus, sino también de robos o de agresiones cada vez más frecuentes en muchos lugares públicos. Incluso hay establecimientos que, por ley, tienen que contar con espacios totalmente protegidos por mamparas para que sus trabajadores estén a salvo a partir de ciertas horas, como es el caso de las gasolineras.

Las mamparas de protección baratos pueden ser una simple barrera para evitar las salpicaduras de micropartículas de saliva al hablar, con lo cual se trata tan solo de una plancha a la altura del rostro del vendedor y del cliente que hace de parapeto. Pero pueden ser algo más, por ejemplo, una cabina en la que el vendedor esté protegido totalmente.

Este tipo de cabinas pueden llegar a ocupar todo el mostrador y se instalan en comercios que resultan atractivos para los ladrones. No siempre tienen que ser blindados como los de los bancos, simplemente evitando que una persona pueda meter el brazo al interior del mostrador o agarrar al empleado, ya están cumpliendo una función protectora. Eso sí, deben de tener cierta estabilidad y ser permanentes, porque si se caen con un simple empujón no valdrían para mucho.

Cada vez las vemos con más frecuencia en locutorios en los que se realizan envíos de dinero a otros países e incluso en despachos de tabaco. Pero también en tiendas que abren durante la noche, como las famosas 24 horas. Algunas de estas tiendas son totalmente abiertas y autoservicio durante el día, cuando el ambiente es más tranquilo. Al llegar la noche, en la puerta se coloca la mampara y quienes acuden tienen que solicitar lo que desean y esto les es despachado a través de un cajón o de una ventanilla para evitar robos de mercancía o atracos.

 

Muchos lugares públicos están descubriendo que mamparas que en principio han sido instaladas con motivo de la pandemia tienen una función muy útil a la hora de aislar de clientes airados, como es el caso de oficinas públicas en las que algunos ciudadanos pagan con los trabajadores la frustración de no haber sido atendidos antes o, simplemente, de que la información que se les da no es la que esperaban y no es conforme a sus intereses. En este caso, son una barrera que permiten que haya una distancia de seguridad y dan margen para reaccionar pulsando el botón de socorro del ordenador en caso de problemas.

 

¿Vale la pena realizar las cortinas uno mismo cuando hay tantas cortinas baratas en el mercado? Lo cierto es que confeccionar las cortinas lleva tiempo y trabajo, pero los resultados hacen que merezca la pena el esfuerzo.

Para empezar, confeccionar las cortinas es laborioso, pero solo porque el tamaño de estas suele ser grande, no porque el trabajo resulte complicado. Para que queden bien es importante cuidar los detalles, cortando la tela al hilo y midiendo bien el ancho y el largo para que queden exactamente como se desea. Lo normal es que se use para una cortina el tamaño que se quiere cubrir de pared y un 50% más. Es decir, si se quieren cubrir dos metros, se utilizarán tres metros de tela.

Una vez que se han cortado las cortinas en la medida deseada se procede a realizar la costura. Esta irá tanto por los laterales como por la parte superior. Si la cortina no lleva remate en el la parte inferior, también habrá que coser lo que se quiera poner como dobladillo.

Para realizar la costura se realiza un plegado doble. Se toman aproximadamente un centímetro y medio de la tela y se dobla, plegándola otra vez sobre sí misma. Con alfileres se va marcando toda la pieza y a continuación se hilvanan y se cosen a mano, ya que a máquina nos encontraremos con que las telas acaban por presentar tiranteces.

Hecho esto, solo queda colocar la cinta de las cortinas. Este proceso será diferente en función del tipo de cinta que se utilice. Una vez cosida la cinta se cuelgan las cortinas y están listas para lucir. Al estar hechas a mano se pueden hacer de cualquier medida y largo, no hay límites. Pero lo mejor de todo es que se sentirá una gran satisfacción al saber que uno mismo las ha cosido.

Es un trabajo sencillo que puede realizar una persona que está aprendiendo costura con la guía de su profesor, incluso si no tiene experiencia previa. La ventaja es que se pagan tan solo los materiales que, sin duda, es la parte más económica del trabajo. El ahorro respecto a realizar las cortinas a medida con un profesional es muy elevado. Y lo mejor es que si nos equivocamos, corregir el trabajo es bastante sencillo y lo que se aprende sirve de experiencia para elaborar las siguientes cortinas.

El escaparate es uno de los mejores reclamos para vender los productos de una tienda. Los que pasean por la calle pueden ver lo que se ofrece desde el interior y echar un vistazo, dejándose tentar, antes de entrar y preguntar por algo en concreto. Pero precisamente, por estar expuestos durante todo el día, también corren el riesgo de sufrir los efectos negativos del sol.

Cuando el sol incide sobre un escaparate durante horas puede dañar los productos expuestos. Dejando a un lado los alimentos, que lógicamente solo pueden ponerse a la vista en unas condiciones sanitarias totalmente garantizadas, el sol puede hacer que la ropa se acabe quedando descolorida o que los libros y los objetos de decoración también pierdan color.

Esto es un problema que en la mayoría de los casos trata de solucionarse con Estores para escaparates que protegen lo que hay en el interior de la luz dañina del sol. Pero es muy importante escoger bien estos estores para no acabar causando una pésima impresión en el cliente que se detiene a ver qué se le ofrece.

Un ejemplo de estores inadecuados son los de plástico en un tono amarillo o dorado muy intenso que se pueden ver en algunas tiendas. No vamos a entrar en su poder para detener la acción del sol, pero es innegable su poder para alejar a la gente, ya que lo que se puede ver a través de estos plásticos no es nada atractivo. Es absolutamente imposible juzgar los colores de las cosas e incluso ver bien qué es lo que se tiene expuesto.

El problema de estos estores es su baja calidad ya que el plástico distorsiona la imagen, lo que sumado a un color exagerado hace que no resulte nada agradable mirar a través del mismo. Por eso es muy importante escoger un estor de alta calidad, que puede tener un ligero tono para poder ejercer su filtro, pero que permite ver con comodidad todo lo que hay al otro lado y que no deforma la imagen.

El estor también sufre el deterioro del sol y del paso del tiempo, por lo que es muy importante cambiarlo con frecuencia. Dicha frecuencia dependerá de cuántas horas y con qué intensidad le esté dando el sol, pero en cualquier caso es bueno reponerlo cuando se vea deteriorado para que no cause una mala impresión al cliente.

El salón es la estancia más “social” en cualquier hogar. Es aquí donde pasamos la mayor parte de nuestras horas de ocio, viendo la televisión cómodamente acurrucados en el sofá o leyendo un buen libro. También es donde recibimos a las visitas y disfrutamos de la compañía de nuestra familia y amigos. Para que nuestro hogar funcione es fundamental que el salón sea cómodo, lo que no está reñido con la estética. No hay que olvidar que esta estancia es nuestra carta de presentación y la que más dice de nuestra forma de ser. Crear un espacio polivalente que incluya una zona de comedor con una buena iluminación, tanto artificial, con diferentes tipos de lámparas, como natural, con unos prácticos estores plegables, y algunos alegres detalles decorativos pueden convertir a nuestros salones en unos auténticos oasis.

 

Cómo convertir el salón en un espacio moderno y acogedor

Nada define tanto la modernidad en la decoración de interiores que la funcionalidad. Nuestro salón debe ser práctico, un concepto objetivo, y estético, un concepto más subjetivo y que depende exclusivamente de tus gustos. Veamos algunas ideas.

 

Estores plegables

Más que una moda, los estores plegables son una necesidad. Además de ser muy decorativos, nos permiten graduar la cantidad de luz natural que queremos que entre en el salón en cada momento.

 

En el mercado puedes encontrar los más variados estilos y colores, y tienen entre sus principales ventajas su facilidad de lavado. 

 

Unos buenos sofás

El número de integrantes del hogar, la mayor o menor afluencia de visitas y la fisonomía del salón será decisivo a la hora de elegir uno o más sofás, además de su forma. 

 

Los sofás chaise lounge cada vez son más populares, y si quieres tener la posibilidad de convertir el salón en una habitación de invitados, puedes optar por un sofá cama. 

 

Una mesa de centro amplia

Si el tamaño del salón lo permite, siempre es preferible contar con una mesa de centro grande que te permita darle un buen uso. Si cuenta con cajones, mejor que mejor. Siempre hay que intentar ganar todo el espacio de almacenamiento posible. 

 

Una televisión de pared

Las pantallas planas han permitido ganar mucho espacio en las estancias. Las televisiones de pared no solo profundizan en esta ventaja, también son muy estéticas. 

 

Combinar diferentes lámparas

Distintos tipos de luz artificial crean diferentes espacios dentro del mismo salón. Es conveniente contar con una lámpara de pie con foco directo e indirecto en la zona de lectura, una lámpara sobre la mesa del comedor, si vas a integrarla en las estancias, y diferentes puntos de luz decorativos en armarios o estanterías. 

 

Saber compaginar funcionalidad y estética es la mejor forma de decorar un salón con un estilo moderno y agradable. Elegir los elementos clave requiere de cierta búsqueda y paciencia, pero cuando se acierta el resultado puede ser espectacular.

Cada espacio necesita su tipo de cortina, pero también podríamos plantear que es cada cortina la que necesita un espacio en el que lucir como nunca. Te ofrecemos varias propuestas al respecto.

-cortinas venecianas. Una versión de tela de las persianas venecianas muy juvenil y atractiva. Es perfecta para habitaciones muy juveniles y lugares de trabajo ya que son frescas y combinan muy bien con decoraciones minimalistas o nórdicas propias de estos espacios.

-Cortinas con cortinón a juego. Un clásico que todavía convence a mucha gente. Una cortina fina y, sobre ella, un cortinón que se recoge a los lados y que puede soltarse si se busca una mayor oscuridad en un momento dado.

Son buenas para aislar del frío y de los ruidos, pero tienen en su contra que pueden acumular demasiado polvo en muy poco tiempo. Se llevan sobre todo en salones y en dormitorios, en este caso coordinadas con la colcha de la cama.

-Cortinas cortas. Las cortinas cortas se usan en ventanas que no llegan demasiado abajo y, especialmente, en habitaciones para niños. Tienen la ventaja de que al no llegar al suelo no se pisan y no se estropean, algo que en un dormitorio infantil sería altamente probable. Son también ideales para la ventana de la cocina, en la que solo hay que tapar el espacio propiamente dicho de la ventana.

Las cortinas cortas están siendo sustituidas en muchas ocasiones por estores, pero todavía hay quién prefiere la calidez de la tela. Pueden usarse sueltas para cubrir toda la ventana o recogerse en los lados para dar una imagen más retro.

-Cortinas muy largas. Elegantes y muy vaporosas, estas cortinas están elaboradas con tejidos finos y sedosos y se compran pensando en dejar que arrastren por el suelo, tal y como marcan algunas tendencias de moda. Son perfectas para salones modernos en los que se quiere dar un toque de originalidad en la decoración o para dormitorios con un aire muy romántico.

No resultan muy prácticas porque pueden ensuciarse con facilidad, pero lo compensan con la imagen que transmiten que es perfecta también para espacios como vestidores en los que se busca un aire muy coqueto y chic.

-Cortinas opacas. Pensadas para quienes quieren oscuridad total mientras duermen y no cuentan con, por ejemplo, una persiana. Son como las que hay en muchos hoteles, que impide totalmente el paso de la luz. Son ideales, por ejemplo, para las personas que trabajan durante la noche y quieren dormir durante el día. No son las más vistosas, pero pueden ser muy prácticas.

¡Qué bien me lo pasé de Erasmus en Suecia! Aunque todo el mundo hablaba maravillas de esa experiencia estudiantil yo soy bastante desconfiado por naturaleza. Todos contaban anécdotas la mar de jugosas sobre su vida más allá de los Pirineos pero yo estaba más interesado en cuestiones prácticas. Pero sí, lo admito, fue toda una experiencia. 

Ahora que han pasado tantos años me quedan algunos recuerdos curiosos. Por ejemplo, me acuerdo de la luz de Malmö y las costumbres de los locales en relación al aprovechamiento de la luz solar. Un español, sobre todo en el sur, huye de la luz porque supone una buena cuota de grados extra. Pero a los suecos les gusta ver la luz por todas partes. Allí el tema de las persianas no tiene éxito. ¿Para qué cerrar a cal y canto las casas? Queremos ver lo que hay fuera, que la luz entre en nuestras casas. 

Así como son bastantes reservados para según qué cosas, no tiene ningún reparo en que los vecinos o los que van paseando por la calle los vean en casa. No sienten que tengan nada que ocultar. Y eso me gusta. Una de las cosas que cambió mi experiencia sueca fue esta forma de vivir menos encerrado de cara al exterior. Cuando me fui a vivir solo una de las cosas que tenía claras es que no quería persianas. 

Existen alternativas ideales para “suecos” como yo. Por ejemplo, el estor noche y dia, un tipo de estor perfecto para espacios como el salón. En jornadas más frías o en las que quieras tener más luz, las lamas se giran dejando entrar la iluminación y el calor. Al contrario, si hace mucho calor, se giran en sentido inverso para tapar la entrada de luz y crear un ambiente más fresco.

No es que los suecos sean un ejemplo para todo. Pero en cuanto a sus hogares, saben lo que se hacen. Ya sabemos que el mueble sueco ha conquistado todo el mundo. Y en mi hogar, sin duda, hay mucho sabor a Suecia, no solo con el estor noche y día, sino con cantidad de detalles. ¡Quién me lo iba a decir cuando llegué a Malmö siendo un jovencito!

Lo que voy a contar es mi experiencia personal, así que otra persona puede opinar totalmente diferente y con razón. A lo largo de los últimos años he tenido que comprar cortinas en diferentes ocasiones porque me he cambiado de casa varias veces. Aunque al principio solía ir a casas amuebladas en los últimos tiempos hemos optado por pisos sin amueblar. ¿Por qué? Porque con el paso de los años y de las casas hemos ido acumulando muebles.

A lo mejor en una de las casas faltaban armarios en los baños, en otra teníamos que adquirir el sofá y así sucesivamente, así que hemos ido juntando cosas de aquí y de allá y ya tenemos para una casa. No obstante, con las cortinas hay que tener cuidado, porque por el tema de las medidas, un enrollable noche y dia que queda estupendo en una casa puede no servir en otra.

Son muchos los defensores de comprar esta clase de productos en tiendas. Es evidente que en las tiendas físicas vas a tener un tratamiento diferente. Las dudas se resuelven más rápido, los materiales están a la vista (los puedes tocar) y te haces una idea más cercana de cómo van a quedar las cortinas en casa. Pero el precio es el principal hándicap.

¿Qué pasa cuando compras cortinas por internet? La jugada te puede salir perfecta en cuanto a calidad/precio si aciertas con el sitio. Lo primero que debemos hacer es buscar bien. Existen bastantes espacios digitales que se dedican a vender cortinas pero no todas ofrecen el mismo grado de profesionalidad. Esto no quiere decir que si encuentras un lugar con precios bajos tengas que, automáticamente, desconfiar.

En nuestro caso, encontramos una web con precios muy ajustados y que, a lapostre, demostró tener un servicio fantástico. Necesitábamos un enrollable noche y dia para el salón. Lo habíamos visto en otra casa y nos encantó. Buscamos y encontramos una web que ofrecía varios modelos. Nos resolvieron las dudas rápidamente y el servicio fue impecable. Solo vendían determinadas medidas, eso sí, pero a nosotros nos quedaron estupendas. ¿Comprar cortinas por internet? A nosotros nos salió más que bien.

Durante buena parte de mi vida me alojé en un piso con no demasiada iluminación natural. Era un primero que en uno de los lados daba a la calle y el otro a la terraza. En el lado de la calle, orientado al norte, teníamos el salón y dos habitaciones. El sol no daba nunca directamente y nunca hubo demasiada luz en esa zona.

Sin embargo, el otro lado, al dar al sur, tenía buena luz durante mucho tiempo por la mañana. Por eso, la habitación y la cocina de esa zona eran mis espacios preferidos. Además, se habían colocado unos estores para cocina especiales que permitían tamizar la luz de forma muy agradable. Y del baño, literalmente, estaba enamorado. Nunca he vuelto a tener un baño con tanta luz.

Después de vivir en esa casa, entendí la importancia de la iluminación natural. ¿Por qué me sentía mucho más a gusto en una zona de la casa? Por la luz. Algo tan obvio, me costó entenderlo bastante tiempo. Es posible que también influyese el ruido que en la zona de la casa que me gustaba también era menor. Poco ruido y mucha luz, lo mejor para vivir (en mi caso).

En todos los pisos que viví después, las cosas fueron muy diferentes. Para empezar, todos fueron más pequeños. Lo tener dos lados para elegir uno… En una casa que estuve hace poco, la cocina y el dormitorio daban a un mini patio. La distancia entre mi casa y la del vecino no era mayor de dos metros. ¿Luz natural? Ninguna. ¿Ruido? Para dar y regalar. Tuvimos que colocar estores para cocina, pero no para tamizar la luz, sino para impedir que el vecino nos observara mientras hacíamos la tortilla de patata…

Más adelante estuve en un piso con orientación suroeste, con un salón de gran ventanal. Teníamos mucha luz natural en esa zona por la tarde, pero la cocina y el baño no tenían nada de luz.

Ahora que lo tengo claro, a la hora de buscar un piso estaré muy atento a su orientación, no quiero volver a vivir en una cueva.

Una de las opciones más elegantes para las ventanas de un salón son los estores paqueto, un estilo de estor que se caracteriza porque al recogerse, la tela se va frunciendo y arrugando sobre sí misma. Este sistema ofrece una ventaja respecto a los estores convencionales que se enrollan y es que no necesita de la parte superior de bobina.
Aunque hay maneras de disimular la parte superior de los estores enrollables, a mucha gente no le gusta ver la caja, por pequeña que sea, en las ventanas de su salón. Especialmente si las ventanas parten desde muy arriba. Los paqueto se adaptan mucho mejor a la cuidada decoración de un salón y a las ventanas altas ofreciendo una imagen más elegante y cuidada.
Uno de los problemas de los paqueto es que se trata de un sistema que solo funciona bien con telas muy finas y con poco peso, no vale para cortinas gruesas con cuerpo. Pero precisamente, las cortinas de seda o de tejidos más ligeros y delicados son las más utilizadas en los salones porque son las que permiten bordados más elegantes.
Estos estores son adecuados para su manejo por parte de personas adultas, que muevan con cuidado las cuerdas. No se recomienda que nos niños lo hagan ya que pueden dar tirones que dañen el mecanismo. Si se utiliza adecuadamente, este sistema no tiene por qué ofrecer ningún problema y puede durar muchos años, tantos como la cortina, sin ningún tipo de complicación.
Los estores paqueto solo tienen un pequeño inconveniente y es que en algunas ocasiones pueden ser algo complicado a la hora de ponerlos o quitarlos. Esto es importante a la hora de lavarlos y para ello se ofrecen dos opciones. La primera es que en el momento de instalar los estores pidamos a la persona que lo hace que nos explique claramente la manera de ponerlos y de quitarlos sin dañar la tela ni los mecanismos.
Así, nosotros mismos podremos hacerlo cada vez que queramos limpiar la cortina, siempre con el cuidado que requieren las telas más delicadas. La segunda opción es pedir que los instalen y los coloquen de cada una de las veces. Dado que lo habitual es que las cortinas de este tipo se laven tan solo una vez al año, no es una mala opción y va a asegurarnos que el estor estará siempre en perfecto funcionamiento.