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¿Quieres comprar un coche barato y no sabes cómo encontrarlo sin renunciar a la calidad? Te dejamos los pasos que debes dar para comprar coches baratos galicia sin perder seguridad al volante.

 

Los desguaces o los coches kilómetro cero siempre son un buen modo de encontrar un coche a tu medida. Si sabes buscar, pruebas el coche y sabes qué debes mirar antes de comprar un vehículo de ocasión así puedes hacer una buena compra.

Y es que en estos lugares puedes encontrar vehículos de todo tipo. Lo primero que tienes que tener en cuenta es tu presupuesto. Si no vas acompañado por un mecánico o alguien que entienda de coches debes dedicar algo de tiempo a buscar tu coche de segunda mano.

 

Debes tener en cuenta que hay marcas de coches que si compruebas que el vehículo está bien no te fallarán porque son coches de calidad y que podrás adquirir por unos 3.000 euros aproximadamente.

Antes de comprar un coche de segunda mano ten cuidado con los defectos de mecánica que pueda tener el coche no suelen verse a simple vista, por lo que no son fáciles de detectar. Pide que te den una vuelta con el coche a modo de reconocimiento del vehículo.

 

Ten cuidado con zonas como los neumáticos. Fíjate si tienen rajas o grietas, si observas que la rueda presenta un desgaste excesivo o irregular, si los flancos del coche están deformados, si su presión es incorrecta, la profundidad del dibujo, etc.

 

Repara también sobre el tubo de escape. Mira si emite de manera excesiva humos que se podrían producir por una mezcla del combustible o si está agrietado.

 

Por lo que respecta al paragolpes mira si presenta rozaduras o arañazos, si su fijación no es la adecuada o está descolgado. También es importante que veas si está roto o le falta alguna pieza o si es el paragolpes original del coche o lo han cambiado en algún momento.

 

Ten cuidado con la carrocería. Mira si tiene posibles arañazos y fisuras grandes que puedan estar atravesando la pintura y dejando al descubierto la chapa.

Siempre me ha gustado conducir pero cuando me saqué el carné no pensé que mi trabajo iba a estar tan vinculado a los coches. Tras algunos años en empresas de diverso tipo me decidí a abrir mi propio negocio. Para vender los productos de mi empresa necesito viajar todas las semanas por España. Eso supone muchos kilómetros al volante y preciso de un coche que me aporte seguridad y eficiencia.

Cuando la empresa echó a andar, la inversión fue importante y no me quedó mucho dinero para comprar un vehículo. Tenía la opción de comprar un coche nuevo, pero las cuentas no me salían y preferí no arriesgarme con ello. Si el negocio iba mal, las deudas podían ser importantes. Preferí buscar un Renault de ocasión.

¿Por qué esta marca? El primer coche que conduje fue un Clio que mi padre me cedió amablemente cuando me acababa de sacar el carné. Era un coche que mi padre había comprado de segunda mano pero con muy pocos kilómetros. Lo aproveché al máximo pero cuando creé la empresa ya no estaba en condiciones para ser mi ‘vehículo de trabajo’. No obstante, estaba muy satisfecho con el rendimiento que me había dado y seguí fiel a la marca.

A la hora de comprar un coche de ocasión, hay que fijarse muy bien en los detalles. Como dije, mi situación económica no era para tirar cohetes, así que necesitaba un vehículo de buena relación calidad/precio. El Megane fue mi primera opción. Usé tanto revistas de motor como internet para buscar Renault de ocasión. Finalmente me quedé con un par de opciones.

Uno de los Megane que vi era de un particular que al principio me dio todo tipo de facilidades. Pero cuando probamos el coche empezó a sonar un pitido algo sospechoso y el propietario echó balones fuera. No me fié. Al final me quedé con la segunda opción: un Megane con pocos kilómetros y bien cuidado.

Ese coche fue el que me ayudó en los primeros años. Le tengo mucho cariño, pero una vez que la empresa fructificó, por fin, me decidí a comprar un coche nuevo.

Los vehículos industriales tienen una serie de peculiaridades como la velocidad máxima a la que pueden circular, ya que presentan límites de velocidad máxima propios. Son vehículos con ciertas características especiales, en cuanto a tamaño, peso, visibilidad, centro de gravedad y maniobrabilidad, y por eso deben conducirse más despacio que un turismo convencional.

Así pues, el límite de velocidad de los camiones y furgones es de 90 km/h en autopistas y autovías, de 80 km/h en carreteras convencionales con arcén de 1,5 m de ancho o superior, o 70 km/h para el resto de carreteras. Mientras que el límite de velocidad de las furgonetas,  furgones con MMA menor de 3,5 t, además de vehículos mixtos y derivados de turismos parece que no está tan claro puesto que las normas no siempre se cumplen.

En cualquier caso, las velocidades máximas permitidas para ellos, al menos en teoría, serían las siguientes: límite de velocidad máxima de 100 km/h en autopistas y autovías, de 90 km/h en carreteras convencionales con arcén de al menos 1,5 m de ancho, o de 80 km/h en el resto de vías fuera de poblado. En cuanto a los límites dentro de la ciudad cabe recordar que todos los vehículos tienen como límite de velocidad 50 km/h Así que las furgonetas no pueden circular por autovía a 120 km/h, al igual que lo hace un turismo, pues su velocidad máxima permitida es de 100 km/h.

Es conveniente conocer las peculiaridades de este tipo de coches que, aunque en un primer momento, eran coches derivados de los vehículos de pasajeros ahora han ido adquiriendo especificaciones propias, más allá de que compartan la misma configuración general, los mismos motores y los mismos sistemas de transmisión.

Así que si vas a adquirir vehiculos industriales de segunda mano o piensas sacarte el carnet de este tipo de coches debes tener en cuenta los límites de velocidad, los usos que se hacen de este tipo de coches y, por supuesto, saber sus peculiaridades para discernir si finalmente es lo que necesitas.

Comprar un coche de segunda mano es algo más que una opción en tiempos de crisis. Para algunas personas es la manera más sensata de hacerse con un vehículo a un precio razonable. Pero hay que hacerlo con sentido común y siguiendo unas pautas para evitar acabar comprando un coche dañado que realmente tenga poca vida útil o que encierre gastos ocultos.
Para empezar, lo mejor es olvidarse de la compra entre particulares ya que las garantías no son las mismas. Acudir a establecimientos especializados ayuda a que todo salga bien ya que este tipo de locales no se arriesgan a vender un vehículo que no cumpla con unos niveles de calidad ya que su nombre está en juego.
Si se adquiere un coche que luego da problemas, hay una garantía a la que recurrir, por lo que todo está debidamente protegido. Pero hay otras garantías adicionales que se pueden mirar y la principal de todas ellas es la marca del coche.
Comprar un ford de segunda mano en lugo es una manera de asegurarse un buen resultado, ya que hablamos de una marca que ha probado que es capaz de fabricar coches muy duraderos y que responden muy bien incluso pasados bastantes años.
Si echas un vistazo a las carreteras podrás ver muchos vehículos Ford incluso con más de ocho años que se mantienen impecables y que responden estupendamente. Son coches pensados para durar y que están realizados según unos estándares de calidad altos.
Poco que ver con otras marcas de vehículos de bajo coste que aunque tienen un precio muy atractivo, pero fijándose en lo que pueden durar acaban saliendo caros. Seguro que si echas el vistazo propuesto a las carreteras no encuentras demasiados modelos de estas marcas que superen los ocho años. Y esto ya te dice mucho sobre la calidad de la misma.
Las marcas conocidas tienen un mercado fluido en la segunda mano. Esto quiere decir que los coches entran y salen rápidamente por lo que si estás interesado en un modelo concreto no tienes  que preocuparte, seguro que no tardará mucho en aparecer.
Hay personas que cada cierto tiempo cambian de coche o que por su trabajo deben de tener siempre un vehículo nuevo e impecable, con lo que es posible conseguir autos de segunda mano por muy buen precio en condiciones óptimas.