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El cáncer de cérvix también conocido como cáncer útero es el que tiene sus inicios en las células que revisten el cuello del útero. Esto se genera por un crecimiento desmedido de las células glandulares y/o escamosas que recubren el cuello uterino que ocurre gradualmente por la transformación de estas en células precancerosas.

Los tipos de cáncer de cuello uterino se clasifican según su aspecto ante el microscopio, siendo de Carcinoma de Células Escamosas el 90% de los casos y de Adenocarcinoma el resto.

A pesar de como en otros tipos de cáncer, existen factores que incrementan las posibilidades de padecer esta enfermedad, el estar involucrado con uno o más de ellos no es garantía de contraerla. Algunos de ellos en este caso son:

  • Infección por VPH.
  • Tabaquismo.
  • Inmunosupresión.
  • Infección con Clamidia.
  • Alimentación baja en frutas y verduras.
  • Sobrepeso.
  • Uso prolongado de anticonceptivos orales.
  • Uso de un dispositivo intrauterino.
  • Tener muchos embarazos completos.
  • Tener menos de 17 años en el primer embarazo completo.
  • Antecedentes familiares.

 

Entre los métodos de prevención de esta enfermedad, aparte de evitar al máximo los factores de riesgo mencionados arriba, está el uso de preservativos en toda relación sexual y la aplicación de la vacuna contra la infección del VPH.

Pero si observas algún sangrado o secreción vaginal inusual, o incluso dolor durante el coito vaginal, lo recomendable es que vayas a ver a tu ginecólogo de confianza para realizarte la prueba de Papanicolaou durante la revisión.

Ahora bien, las mujeres cuyos resultados dan positivos a células precancerígenas tienen que someterse a un cancer de cervix tratamiento que dependerá del tamaño de las células a tratar, puede llevarse a cabo una escisión electro quirúrgica, una biopsia de cono, o una cirugía láser o criocirugía para destruir las células en lugar de removerlas en el mismo consultorio o clínica si se desea.

Es importante que una vez pasada la etapa anterior, se mantenga un seguimiento periódico del caso para asegurar los resultados deseados y repetir de ser necesario.

Si has visto en el supermercado la leche con calcio que varias marcas ofertan seguro que te has preguntado si realmente esto es necesario. La leche ya tiene calcio por sí misma, ¿de verdad es preciso añadirle más?

La respuesta es fácil, no es necesario pero es bueno para aquellas personas que necesitan un extra de calcio en su dieta. La leche es una forma sabrosa de aportarlo, pero si además está enriquecida, no será necesario beber tanta para obtener la misma cantidad, por lo que no se consumirán calorías innecesarias. Con la misma cantidad de alimento que se toma normalmente se consigue mucha más cantidad de lo que realmente se necesita, así que todo son ventajas.

Estas ventajas son especialmente visibles cuando estamos hablando de mujeres en la menopausia, que necesitan el calcio para sus huesos pero que no deben de coger peso. Por eso, deben de controlar al máximo las calorías que ingieren y poder aportar más calcio con cada vaso de leche les ayuda a mantener su peso a raya.

En el caso de los niños, este aporte extra no es necesario, por lo que no hay razón para darles este tipo de leche porque suelen conseguir todo lo que necesitan de vitaminas y minerales a través de la alimentación convencional. El exceso de calcio puede ser perjudicial durante el crecimiento, por lo cual a no ser que el pediatra nos recomiende darle esta leche a los niños, lo mejor es que beban la habitual.

Aunque el exceso de calcio puede llegar a ser un problema en adultos no es habitual. Lo normal es que si una persona adulta lo consume en exceso lo elimine con las heces y no haya más problemas. Solo en casos excepcionales puede llegar a suponer una hipercalcemia y, normalmente, son personas que por su genética tienen una predisposición a que les suceda.

Por eso, en general, cualquier persona adulta puede tomar leche enriquecida con calcio si cree que necesita un aporte extra en su dieta o si no le gustan demasiado los lácteos y quieren conseguir el aporte que le dan estos con una menor cantidad.

El aporte de calcio no se nota en el sabor, la leche sabe exactamente igual que la normal y existen versiones desnatadas para quienes quieren cuidar al máximo su ingesta de grasas. Estamos por tanto ante una variedad más de leche y que tiene su razón de ser.