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El terciopelo se define como una «tela de seda velluda y tupida, formada por dos urdimbres y una trama», según recoge la Real Academia de la Lengua (RAE). Diversas cualidades —como su biocompatibilidad, la variedad de usos y aplicaciones o la larga tradición que acumula— convierten al Hilo terciopelo en una elección muy popular.

 

La versatilidad del terciopelo es sin duda una de sus mayores ventajas. Prácticamente, la totalidad de prendas de vestir, bordados y revestimientos pueden beneficiarse de la resistencia, la elasticidad y las propiedades aislantes del terciopelo, que proporciona resultados estéticamente compatibles con la moda masculina, femenina e infantil.

 

En términos de compatibilidad biológica, el terciopelo puede equipararse a la seda. Gracias a su coeficiente de fricción, suavidad y lisura, se adapta a la piel humana sin generar conflictos, molestias ni reacciones indeseadas.

 

Aunque el terciopelo guarda una estrecha relación con la aristocracia y la realeza, hoy su uso no es privativo de la alta sociedad. Esta exclusividad se perdió en algún momento del siglo XX, cuando incluso su percepción de tela desfasada quedó superada para ocupar el primer lugar de las telas naturales, con el permiso de la seda. Con todo, los orígenes del terciopelo se remontan a la China del siglo XIII, cuando era utilizada mayormente por los reyes y emperadores, razón por la que desde entonces conserva un aura de elegancia y sofisticación que la acompaña hasta la actualidad.

 

Pero no es 'oro' todo lo que reluce en las características del terciopelo. Los productos elaborados con esta tela son más susceptibles a desgastarse con el paso del tiempo, en especial por el lado suave, fácil de deteriorarse por el roce, los golpes y los arañazos involuntarios. Tampoco resulta fácil eliminar las manchas de suciedad, todo lo cual hacen que sea una tela inusual en la moda infantil y en la ropa casual.

El macramé es un tipo de artesanía que consiste en realizar diferentes estilos de nudos en uno o varios cordones a fin de lograr diferentes creaciones. Un buen ejemplo de este tipo de trabajo son las pulseras de colores que muchos jóvenes se hacen durante el verano o que compran en puestos de artesanía.

Con esa misma técnica se pueden crear diferentes piezas de bisutería, desde pendientes muy originales hasta gargantillas muy elaboradas. Lo mejor es que las piezas serán exclusivas y tendrás la satisfacción de haberlas hecho tú. Los cierres y piezas para colgar se compran en Internet y se consiguen en muchos materiales diferentes, desde simple metal hasta oro o plata.

Uno de los trabajos más sencillos para iniciarse en el macramé, además de la bisutería, es la creación de un cinturón fino ya que tan solo necesitarás Cordón fibra natural el tono escogido y una hebilla que incluso puedes reciclar de un cinturón que ya no utilices. También puedes realizar el cinturón en macramé y dejarle unas cuerdas para atarlo en lugar de usar una hebilla.

Existen diferentes tipos de nudos en el macramé, desde los más básicos como el llamado nudo cuadrado, hasta otros mucho más complicados. Combinando diferentes tipos de nudos se consiguen resultados muy diversos que pueden hacer que cada pieza sea absolutamente única y personal. Incluso se pueden combinar diferentes cordones de colores para crear cinturones muy alegres y divertidos.

Además de los cinturones, el macramé también suele utilizarse para crear maceteros colgantes, por poner un ejemplo muy habitual. Este tipo de maceteros fueron muy populares hace varias décadas y ahora vuelven a llevarse porque se consideran algo retro y con una fuerte personalidad. Son ideales para el salón, pero sobre todo para terrazas y galerías. Las pantallas para lámparas son también un trabajo habitual en este tipo de decoraciones.

Para realizar tus primeros trabajos en macramé puedes utilizar tutoriales de YouTube, son muy prácticos porque no solo te explican la técnica, sino que también te permiten ver cómo se va realizando cada paso y puedes repetirlo tantas veces como necesites. Nuestro consejo es ver varios de esos vídeos hasta que encuentres uno que entiendas bien y que te muestre un trabajo que te resulte apetecible y atractivo.

Comienza por algo sencillo y que puedas acabar rápido para que veas los resultados de manera inmediata y te sientas más animado a progresar.

Si te gusta coser y has decidido hacer tus propias cortinas, seguro que quieres que se vean impecables y queden preciosas en tu salón o en tu habitación. Por eso, vamos a darte los mejores trucos para conseguirlo.

Lo primero que tienes que hacer es comprar una tela de calidad y que sea adecuada para el tipo de cortina que vas a confeccionar. No es lo mismo un estor paquetto que una cortina convencional. La tela tiene que tener el cuerpo adecuado. Pero, además, una tela de calidad se dejará ver en la belleza de la cortina.

Si la tela es importante, el hilo que escojas para coser también. Parece mentira como algo tan barato como una bobina de hilo puede hacer que tu trabajo se desluzca por haber escogido uno de mala calidad que destiña, que rompa o que no quede bonito.

Usa materiales como cordon plomo para cortinas para que tenga una buena caída la tela y no se mueva excesivamente con el viento. El cordón plomo se usa también para abrigos y prendas de ropa y lo que hace es dar peso para que la cortina se mantenga siempre en su lugar. 

Si vas a crear una cortina para barra, compra unos embellecedores para los ollaos con resultados garantizados, la cortina se verá mucho más bonita y evitarás que se acaben desmontando y que puedan echar por tierra todo el trabajo que te has dado para coserlas.

Una buena idea es que compres más tela de la que realmente vas a utilizar para la cortina. Así, con la tela sobrante podrás crear alguna funda para cojín para el sofá, consiguiendo que toda la sala se vea más coordinada. En el caso del dormitorio, puedes crear fundas para los cojines de la cama a juego con la colcha y con las cortinas, logrando el mejor efecto.

Cuando compres la tela, pide que te den una copia de la composición y de los consejos para su lavado. Así podrás saber si puedes lavarlas o no en agua caliente, si puedes o no meterlas en la secadora etc. Incluso puede ser que se trate de una tela que solo acepte la limpieza en seco. Es muy importante seguir las instrucciones del fabricante, algo que con frecuencia se olvida cuando se compra la tela por metros y que luego puede acabar teniendo consecuencias muy desagradables.