Los gastos imprevistos son uno de los problemas más graves para muchas empresas que no son muy grandes y cuya economía no puede soportar un exceso de gastos no presupuestados. Pero, ¿cómo se puede luchar contra algo que es imprevisto? Pues planificando todo de manera que este tipo de cosas tengan el menor margen posible para suceder.
El Renting coches empresas es la herramienta perfecta para evitar que los gastos imprevistos con vehículos acaben siendo un problema para la economía del negocio. En el renting los precios son cerrados y tan solo el combustible variará. Dado que hay que justificar el uso del mismo, es una forma muy eficaz de tener los gastos controlados en este terreno. Por una cantidad fija al mes se estará pagando el coche, el seguro y las revisiones. En algunos casos incluso pueden ir incluidos otros factores. Una vez que se acaba el contrato el coche se devuelve y se coge otro nuevo con un nuevo contrato de renting.
La luz y el teléfono pueden suponer también un problema para la economía de una empresa de tamaño pequeño o mediano. Por eso, hay que negociar con las compañías tarifas planas lo más cerradas posibles y utilizar todo lo que puede permitir reducir el consumo para lograr una tarifa aun más baja o, al menos, evitar subidas en el precio. Las luces de bajo consumo y los programadores para que todo se apague en los horarios en los que no se está utilizando, ayudarán a mantener a raya estas facturas.
Los gastos de personal pueden ser también un problema en empresas que necesitan de mucha gente para realizar trabajos no especializados. Bajas, renuncias y búsquedas de última hora pueden ser un verdadero problema económico para estos negocios que ven como aumentan los gastos de personal de una forma inesperada. Controlar estos gastos es muy complicado pero pueden controlarse en algunos campos mediante las subcontratas. Si se subcontratan servicios que no es imprescindible que realicen siempre las mismas personas, se pueden fijar precios cerrados con empresas que se encargarán del personal y de que el trabajo esté realizado sin que varíen los costes.
Contar con el mayor stock posible de productos realizados y de materias primas permite mantener precios durante un periodo y adaptarse a cambios en los mercados. Evidentemente, todo esto no va a impedir que aparezcan cosas que no es posible prever, pero serán muchas menos.