La pandemia y la posterior recesión económica no han deslucido el sector del lujo, que sigue en un estado de forma admirable, al igual que las marcas que lideran este mercado. Encabezando todos los rankings, Gucci es un ejemplo de superación. La firma italiana mantiene su primacía en el diseño y venta de ropa, complementos, joyas, relojes y perfumes. El éxito de su matriz se ha contagiado a las diversas tiendas Gucci Vigo, Bilbao, Madrid y del resto del territorio nacional.
Chanel, por su parte, tampoco ha perdido fuerza, y la salud de sus finanzas así lo demuestra. La marca fundada por Coco Chanel cuenta con boutiques repartidas por las principales capitales del mundo. Su doble C está ligado ya a la altura costura.
Pero el sector del lujo también se beneficia de la automoción. Porsche supera a Ferrari, Koenigsegg y otros gigantes del segmento premium gracias al prestigio, fiabilidad e innovación de su flota. El fabricante alemán debe gran parte de su fama a su éxito en la competición. Modelos como el 911, el 356 o el 'Moby Dick' son inseparables de la historia de este deporte.
De vuelta a la moda, Louis Vuitton también saca músculo en este sector. Las siglas LV son sinónimo de calidad y alto standing en bolsos, joyas, relojes, zapatos y otros productos. Por esta razón, la casa de moda francesa suele aparecer entre las marcas punteras de dicho mercado.
Otra firma con acento francés que despunta en el mundo del lujo es Hermès. Sus relojes y accesorios de cuero son codiciados en los cinco continentes. Es innegable que su prestigio sea fruto también del marketing, pues la marca ha sabido asociarse con celebridades como Julianne Moore, Madonna o Nicole Kidman. Otra de las marcas más demandadas en el mercado deluxe es Cartier, destacada firma de joyería, ilustre por sus trabajos para la realeza.