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Estas prendas y accesorios de niña son un ‘must’ en primeras comuniones

Porque solo hay una primera comunión en la vida, la elección del vestido y sus accesorios reviste una gran importancia. Este sacramento convierte a su protagonista en el centro de todas las miradas, y su apariencia debe responder a la elegancia y solemnidad esperadas, sin renunciar al bienestar, la comodidad o el orgullo personal. Uno de los mejores complementos de comunión niñas es el capazo, bolso de fibras naturales que aporta un toque rústico al look de la comulgante, facilitando el transporte de sus posesiones.

En lugar de la clásica limosnera, un capazo de mimbre o esparto dispone de una estética más singular, con dos asas que garantizan una buena sujeción y el nombre de su portadora bordado en un lateral, junto con otros adornos. Además, este accesorio hace juego con pamelas, canotieres y otros sombreros de fibras naturales.

Apostar por tocados en vez de sombreros es una decisión interesante, sobre todo al escoger coronas de flores, que darán una nota de color y de viveza a la blancura impoluta que se estila en esta celebración religiosa. Se recomienda elegir con cuidado los adornos florales y vegetales. El simbolismo de ciertas flores (rosas blancas, por ejemplo) casa a la perfección con una primera comunión.

Si las temperaturas no son demasiado elevadas, el uso de guantes complementa bien un vestido de comunión. Se fabrican en tejidos como el encaje, el satén o la redecilla y cuentan con bordados y motivos decorativos que entusiasmarán a su portadora.

En los últimos años, los fajines o ceñidores se han posicionado como un must en este y otros eventos solemnes. Se trata de un accesorio pensado para realzar la figura y ceñir la falta de forma que su caída sea estética y no entorpezca los movimientos. Son populares los fajines de algodón, organza, lino y otros tejidos ligeros y airosos.