¿Eres una persona con buen gusto? ¿Tus amigos te suelen pedir consejo para decorar sus casas? Si es así seguro que te has planteado alguna vez realizar estudios de interiorismo. Esta profesión está en alza y cada vez son más las personas que se dan cuenta de que contratando a un diseñador de interiores sus reformas del hogar son mucho más satisfactorias.
Entre los trabajos de un diseñador de interiores está, por ejemplo, el de ayudar en una reforma integral a conseguir una mejor distribución del espacio. Tal vez, el diseñador de interiores pueda realizar aportes en los que no caen los propietarios ni los trabajadores de la construcción y que pueden influir en el resultado final del trabajo.
Por tanto, el diseñador de interiores debe de tener conocimientos básicos de arquitectura para poder llevar a cabo estas recomendaciones. Una vez realizada la reforma, el diseñador se encargará de la distribución del espacio, así como de hablar con los dueños de la vivienda para conocer sus gustos y el uso que quieren darle al espacio. Por tanto, también tendrá que tener ciertos conocimientos de psicología, así como saber mucho de decoración y de tendencias de moda.
Aunque para las viviendas particulares es cada vez más habitual contratar a un diseñador de interiores, lo cierto es que donde tiene más salida esta profesión es para los negocios. El interiorista es fundamental cuando se van a abrir oficinas de cara al público, un comercio o un establecimiento de hostelería. Ellos se encargarán de conseguir que todo esté orientado a que el cliente se sienta cómodo y también a incentivar el consumo. Por tanto, necesita a mayores conocimientos de marketing y publicidad.
Es fácil ver que un interiorista tiene que ser una persona muy formada en campos diversos para poder conseguir los mejores resultados para sus clientes y conseguir así que obtengan la máxima satisfacción una vez que ven el trabajo realizado. Dado que se trabaja con muchas personas con gustos muy diversos, los interioristas pueden especializarse en determinados estilos o en espacios concretos, por ejemplo, domicilios privados o negocios.
No obstante, lo mejor es estar capacitado para poder trabajar en diferentes terrenos y con distintos estilos ya que de esa manera se amplían las posibilidades de conseguir los mejores trabajos y de hacerse con un nombre y con un prestigio reconocidos en la profesión.