Saltar al contenido

Leche en polvo, el ingrediente secreto de muchas recetas

La leche en polvo se utiliza en muchas recetas para conseguir diferentes efectos, entre ellos una mayor cremosidad o espesor. Es el caso de los yogures caseros, deliciosos pero que, con frecuencia, nos quedan algo líquidos para nuestro gusto. Añadiendo un poco de leche en polvo asturiana, como una cucharadita de café por cada vasito de yogur, se consigue que este tenga un mayor cuerpo y quede más parecido en las apariencias a los que compramos en el supermercado.

Postres como el arroz con leche resultan deliciosos, pero si no se dispone de un robot de cocina se hace imprescindible revolver y revolver durante horas para que espese. Si en lugar de leche entera y nata o mantequilla se usa la leche en polvo para crear una leche espesa, se conseguirá un arroz mucho más cremoso y con un aspecto más atractivo y sabroso sin tanto trabajo, casi al instante.

 Solo necesitas el arroz previamente cocido, añadir la leche en polvo mezclada con agua y azúcar y con la consistencia deseada y, por último, un poco de nata. Al momento, se tiene ya un arroz con leche que no da trabajo y que está bueno. Este truco lo conocen muy bien los cocineros que logran así conseguir este postre de forma muy rápida. Al contrario que el arroz con leche clásico, este se sirve exclusivamente frío.

La leche en polvo se usa también para sustituir a la harina en algunas masas, como por ejemplo la famosa masa de pan de leche. Se consiguen así unos panes muy esponjosos y con un rico sabor dulce. Es un pan perfecto para quienes están a dieta porque es muy rico en proteínas y bajo en grasa y es apto para muchas dietas de moda.

Solo necesitas un huevo, seis cucharadas de leche en polvo y una cucharadita de polvos de hornear. Puedes separar la clara de la yema y ponerla a punto de nieve para conseguir un resultado todavía más esponjoso. Lo mezclas con movimientos envolventes, añades una chispa de sal y lo horneas en un molde a tu gusto. Un cuarto de hora a 180 grados en un horno previamente caliente es más que suficiente para contar con un pan recién hecho y perfecto para tomar con mermelada sin azúcar al desayuno o con jamón dulce a la merienda. Incluso solo es delicioso.