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Moaña, una excursión ideal con niños

Pasear es una actividad muy gratificante y, lo mejor de todo, también es gratis. Además, ayuda a mantenerse en forma y resulta muy agradable oxigenarse con un buen paseo tras una semana de trabajo y de clases. Pero cuando paseamos siempre por los mismos lugares al final acabamos aburridos de ver las mismas cosas y buscamos algo que nos permita variar.

Si vives en Vigo y paseas habitualmente con tus hijos, te sugerimos coger el barco vigo moaña para pasar una tarde diferente en familia. Seguramente, los peques disfruten mucho del viaje en barco, sobre todo si no es algo que hagan de manera habitual. Les encantará subirse y para ellos será un pequeño viaje y una aventura para nada comparable a ir en coche, que a fin de cuentas es lo de siempre. Para los padres, será relajante no tener que conducir ni aparcar.

Moaña es un lugar perfecto para pasear, sobre todo por su paseo que es largo y con unas fantásticas vistas. Pero también hay pequeñas rutas de senderismo para cuando se quiera realizar alguna actividad un poco menos ligera que el simple paseo. Solo hay que planificarla antes de salir de casa y llevar lo necesario para una pequeña merienda/ descanso a mitad de la actividad.

El paseo de Moaña es muy largo y pasa por lugares muy agradables, como la plaza de abastos o la explanada de A Xunqueira. Los niños podrán pasar un rato muy divertido en el parque infantil e incluso, si el tiempo acompaña, se puede ir hasta la arena para pasear por la playa. Incluso se puede combinar el paseo marítimo con alguna pequeña incursión hacia el interior del pueblo.

A lo largo del paseo encontramos algunas esculturas, como la de O Fisgón o la de la Ballena,  que son ideales para quitarse algunas fotos que añadir al álbum familiar o incluso para compartir con los amigos. Además, al ser un lugar muy tranquilo, aunque transitado en verano, los niños podrán corretear y disfrutar de cierta libertad con la mayor tranquilidad para sus padres.

Antes de coger el barco de vuelta, se puede hacer una parada en alguno de los locales de hostelería del paseo para tomar un refresco o merendar y coger así fuerzas para la vuelta. Seguro que será un día que apetecerá repetir a toda la familia y que dejará un fantástico sabor de boca.