¿Vale la pena realizar las cortinas uno mismo cuando hay tantas cortinas baratas en el mercado? Lo cierto es que confeccionar las cortinas lleva tiempo y trabajo, pero los resultados hacen que merezca la pena el esfuerzo.
Para empezar, confeccionar las cortinas es laborioso, pero solo porque el tamaño de estas suele ser grande, no porque el trabajo resulte complicado. Para que queden bien es importante cuidar los detalles, cortando la tela al hilo y midiendo bien el ancho y el largo para que queden exactamente como se desea. Lo normal es que se use para una cortina el tamaño que se quiere cubrir de pared y un 50% más. Es decir, si se quieren cubrir dos metros, se utilizarán tres metros de tela.
Una vez que se han cortado las cortinas en la medida deseada se procede a realizar la costura. Esta irá tanto por los laterales como por la parte superior. Si la cortina no lleva remate en el la parte inferior, también habrá que coser lo que se quiera poner como dobladillo.
Para realizar la costura se realiza un plegado doble. Se toman aproximadamente un centímetro y medio de la tela y se dobla, plegándola otra vez sobre sí misma. Con alfileres se va marcando toda la pieza y a continuación se hilvanan y se cosen a mano, ya que a máquina nos encontraremos con que las telas acaban por presentar tiranteces.
Hecho esto, solo queda colocar la cinta de las cortinas. Este proceso será diferente en función del tipo de cinta que se utilice. Una vez cosida la cinta se cuelgan las cortinas y están listas para lucir. Al estar hechas a mano se pueden hacer de cualquier medida y largo, no hay límites. Pero lo mejor de todo es que se sentirá una gran satisfacción al saber que uno mismo las ha cosido.
Es un trabajo sencillo que puede realizar una persona que está aprendiendo costura con la guía de su profesor, incluso si no tiene experiencia previa. La ventaja es que se pagan tan solo los materiales que, sin duda, es la parte más económica del trabajo. El ahorro respecto a realizar las cortinas a medida con un profesional es muy elevado. Y lo mejor es que si nos equivocamos, corregir el trabajo es bastante sencillo y lo que se aprende sirve de experiencia para elaborar las siguientes cortinas.