Cathy estaba decidida a encontrar un buen taller de soldadura en Vigo, pero su pequeña ciudad no tenía muchas opciones. Se acercaba la fecha límite para construir el prototipo, así que Cathy salió a buscar por toda la región. Inicialmente fue decepcionada; cada lugar con el que se encontraba carecía de habilidad o equipos adecuados para sus necesidades.
Mientras Cathy buscaba desesperadamente soluciones, comenzó a preguntar sobre el saber local y la artesanía tradicional. Pronto descubrió que la gente de los pueblos próximos era increíblemente talentosa, al punto de tener su propia historia oral sobre su oficio y su habilidad. Esta búsqueda le permitió explorar todas las posibilidades disponibles para ella.
Finalmente, en un pequeño pueblo costero llamado Palmeira donde nació el precursor moderno del soldado industrializado, se topó con un anciano experto llamado Señor Lorenzo Yago. Este herrero macizo había creado productos durante casi medio siglo y era muy respetado entre los objetivos de metalurgia fina del área.
Yago fue amable al recibirla y decidió que podrían intentar confiar en él para recrear lo que ella necesitaba: un espacio preparado para trabajar con metal caliente sin las altas temperaturas requeridas por otros procesos industriales más modernos pero menos adaptables a sus necesidades específicas. El lugar también reuniría expertos locales que podrían ayudarla en el proceso si surgieran problemas o si surgen dificultades mayores relacionadas con los materiales o métodos involucrados en su trabajo.
Con esto acordado, Cathy empezó horas inmediatas bajo la asistencia del Sr. Yago está aprendiendo todos los fundamentos sobre soldadura tradicional: cómo calentar correctamente los metales sin arriesgar la integridad estructural final del producto, cómo colocarlos juntos con precisión para crear uniones perfectamente estables, y muchas otras consideraciones importantes a tener en cuenta durante el proceso de fabricación.
Finalmente se le dio permiso para abrir su propio taller con base en las instalaciones existentes; usando incluso algunas herramientas obsoletas ahora reutilizadas gracias a sus esfuerzos combinados. Pronto empezaron a organizarse grupos interesantes en torno al lugar; aquellos curiosos por aprender técnicas antiguas pertinentes para hacer mejoras significativas en sus propósitos industriales personales primando así sostenibles impulsadas por la economía local de Vigo y las comunidades circundantes.
Pese al cansancio producido por semanas intensivas maratonianamente trabajando bajo presión Cathy sonreía contenta por haber encontrado el sitio idóneo colectivo ; este éxito sería recordado comúnmente como vista atractiva hacia realizaciones extraordinarias similares basadas puramente en talento y perseverancia humana .