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El barco puede ser transporte diario en Vigo

Muchas personas acuden cada día a su trabajo usando diferentes medios de transporte. Algunos lo hacen en vehículo particular. Otros muchos comparten el coche ya sea con compañeros de trabajo habituales ya sea a través de aplicaciones que facilitan conocer a gente con las mismas rutas diarias.

Los más ecologistas recurren a métodos de transporte alternativos como las bicicletas y, en los últimos tiempos, los patinetes eléctricos. Estos permiten recorrer distancias demasiado largas para ir a pie de una manera cómoda y muy económica.

También hay quienes van en transporte público, ya sea autobús, metro o tren de cercanías. Estos transportes cuentan con la comodidad de no tener que conducir, pero a veces están demasiado llenos de gente. Por suerte, cada vez hay más conciencia de su uso y más presión, lo que ha llevado a que algunas ciudades refuercen sus transportes públicos (todavía hay un largo camino aquí para recorrer).

Y luego están los que viven cerca de Vigo, en Moaña y Cangas, por ejemplo, que pueden viajar a diario en barco vigo para ir a trabajar. Seguramente, no sean los únicos que pueden hacerlo, hay otros transportes que unen ciudades y pueblos cercanos separados por rías. Pero, sin duda, en este caso son un buen número de personas que usan el barco no solo por motivos laborales, sino también para estudiar o para acudir a hacer compras o gestiones.

Decir que vas a trabajar todos los días en barco es algo original, no cabe duda. Pero es que además es muy cómodo. Por mar no hay atascos y sabes siempre a qué hora va a salir el barco y también cuando va a llegar. Algo que no puedes garantizar con otros tipos de transporte. Además, una vez en Vigo, puedes enlazar con los autobuses urbanos para ir a tu lugar de destino si queda alejado del puerto. Y lo mejor de todo es que la tarjeta de transporte urbano es la misma para todos, pudiendo disfrutar de descuentos tanto en el bus como en el barco.

En verano, es todo un placer viajar en la parte superior del barco con la brisa dando en el rostro y observando los paisajes a ambos lados de la ría y, en invierno, hacerlo en la parte interior, escuchando cada mañana el sonido del mar. Y esta es solo una de las muchas ventajas de vivir en Vigo y en sus alrededores.