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Desde que terminé el instituto hace ya bastantes años no he vuelto a coger ni un solo instrumento, cuando estaba en el instituto nos obligaban a todos a por lo menos aprender a tocar algo la flauta que era un instrumento al que todos los alumnos teníamos un acceso más o menos fácil. Y he de decir que no se me daba mal, es más, hasta llegó a gustarme el haber aprendido a tocar un instrumento. Hoy en día he estado pensando en retomar eso de aprender a tomar otro instrumento para algún día poder matricularme en un Grado de Composición de Músicas Contemporáneas en Madrid, pero primero tengo que aplicarme mucho en aprender a tocar uno de los instrumentos que me gustan. Personalmente creo que los instrumentos que mejor suenan son el violín y el piano, pero por desgracia no tengo unos dedos demasiado delgados como para poder tocar un instrumento de cuerda, por lo que al final creo que me voy a decantar por aprender a tocar el piano o saxofón que creo que son instrumentos que podría aprender a tocar con más facilidad que los instrumentos de cuerda.

 

El que me ha animado a que vuelva a intentar aprender a tocar un instrumento es un señor que viene conmigo a la piscina y que a pesar de que ya tiene una edad ha empezado a tocar varios instrumentos para poder pasar el tiempo entretenido, ya que no es el clásico señor mayor que prefiere pasar el tiempo en el bar tomando unos vinos y jugando la partida. A este señor le encanta pasar el tiempo ocupado en hacer cosas productivas que le aporten algo, cosa que veo muy bien. Pero también le aconsejo que deje alguna de las cosas en las que se mete, porque aparte de aprender a tocar varios instrumentos también está aprendiendo a pintar cuadros y aún por encima se ha metido en la universidad a distancia. Muchas veces lo veo demasiado estresado y fue ahí cuando me di cuenta de que el señor está intentando abarcar más de lo que puede y le hice ver que se estaba equivocando en su planteamiento, algo que me agradeció y creo que ha puesto todos sus esfuerzos en los instrumentos y ha dejado algo de lo que estaba estudiando y que le quitaba mucho tiempo.

Es posible que si tienes que viajar en breve estés barajando la posibilidad de llegar al aeropuerto de Santiago en taxi o hacerlo en tu vehículo particular. En este último caso, es necesario dejarlo en un aparcamiento aeropuerto lavacollaLa opción del taxi es una de las más interesantes y te damos varias razones que lo justifican.

1) El taxi es una opción cara pero además no es la más cómoda. Y esto sin pararse a pensar que pueden suceder imprevistos, como que no haya un taxi en la parada porque llegue mucha gente a un mismo tiempo o que haya una huelga que impida poder viajar en este tipo de vehículos. Solo quedaría entonces el desplazarse en autobús con todas las incomodidades que supone. 

Cuando se deja el coche en un parking se tiene la seguridad de que el vehículo estará disponible al llegar y que podrá hacerse el desplazamiento de una forma muy cómoda.

2) Tu coche estará más seguro. Especialmente si sueles dejarlo en la calle. Pero incluso puede estar mucho más cuidado si se contrata un parking privado se lleva el vehículo para sus instalaciones y lo tienen permanentemente custodiado y vigilado. Una preocupación menos durante el viaje por lo que se podrá estar pensando en lo que realmente importa, ya sea disfrutar del tiempo de ocio ya sea en los asuntos de trabajo que se van a tratar.

Este tipo de parkings cuentan con unas instalaciones muy cuidadas y en las que siempre hay gente y movimiento, por lo que está totalmente asegurada la integridad del vehículo. Además, como empresa legal cuentan con un seguro que cubre cualquier problema que pueda surgir.

3) Te recogerán en la misma puerta del aeropuerto. Podrás viajar a tu ritmo camino del aeropuerto, saliendo de casa a la hora que prefieras, parando por el camino si lo necesitas y siendo totalmente dueño de tu tiempo. Lo mismo sucede al volver. El personal del parking te recogerá en la misma puerta del aeropuerto, no tendrás que preocuparte ni de dónde has dejado el coche.

Todos estos motivos son más que suficientes para escoger la opción del coche privado y el parking para el desplazamiento al aeropuerto. La opción más cómoda y ahora, también la más económica ya que este tipo de empresas ofrecen precios muy baratos con un servicio impecable.

Si vas a reformar el baño tal vez te estés preguntando si la mejor opción es acudir a una tienda de ceramicas en coruña o apuntarte a la nueva moda de la madera para el baño. Te contamos los pros y los contras de cada estilo para que puedas decidir mejor.

La madera es un material noble de gran belleza. No importa lo bien que pueda imitarla la cerámica, siempre va a resultar más bonita cuando es de verdad. Pero también es delicada y no tiene la mejor relación con el agua. 

Las maderas que se eligen para los baños tienen que ser especialmente pensadas para estar en ambientes húmedos y, además, tener los tratamientos suficientes para soportar el uso diario del cuarto de baño. 

Si tu cuarto de baño cuenta con una gran ventilación y es utilizado exclusivamente por adultos puedes valorar el poner un suelo de madera. Ganarás en estilo y en belleza, pero tienes que tener en cuenta que necesitará mantenimiento cada cierto tiempo para mantenerse impecable por lo que debe de prima para ti la imagen antes de la comodidad.

La cerámica es la opción más popular para el cuarto de baño ya que no solo aguanta bien la condensación y el vapor de agua que está presente en el ambiente, sino que incluso soporta el agua que pueda caer y las salpicaduras.

Existen cerámicas más delicadas y también otras mucho más fuertes, por lo que siempre hay una perfecta para el tipo de uso que se da a cada baño. Incluso cuando hay niños que no tienen mucho cuidado al usar la bañera o ducha. 

Cuando se elige la opción de suelos cerámicos también nos encontramos ante un mayor abanico de estilos que con la madera, que nos limita a unas tendencias bastante concretas. Se puede jugar con una amplia variedad de colores, con estilos muy modernos, clásicos o incluso retro y conseguir una mayor originalidad.

También es importante destacar que la cerámica puede salir mucho más económica que la madera, tanto al ponerla, aunque esto dependerá de cuál se escoja, como a medio y largo plazo ya que no precisa de mantenimientos. 

La cerámica es la mejor opción para familias con niños y para aquellos hogares en los que se quiera un estilo determinado. También para quienes no quieran estar preocupados por el mantenimiento de su cuarto de baño.

Después de mucho buscar he conseguido encontrar una memoria USB que he podido personalizar con mi nombre y con el dibujo que yo había escogido. Desde que no nos queda más remedio que tener que andar todo el día con una memoria usb he querido tener una memoria usb personalizada para que nadie pueda confundir su memoria usb con la mía, ya que no es que sean demasiado diferentes unas de otras.

 

Hoy en día todos necesitamos en algún momento una memoria usb, ya bien para transportar información por motivos de trabajo o para llevar películas y series a las casas de nuestros amigos. Las memorias usb que existen en la actualidad son muy diferentes a las que había cuando empezaron a aparecer en el mercado. Recuerdo cuando estaba estudiando un módulo superior en el politécnico que las primeras memorias usb las vi allí y al principio no sabía muy bien ni qué eran ni cómo se utilizaban. Al final fue mucho más sencillo de lo que me imaginaba y las memorias usb se han convertido en una herramienta esencial en nuestra vida cotidiana. 

 

Este año estuve colaborando unos cuantos días en un congreso médico y el último día todos los asistentes al congreso pasaban con sus memorias usb por un punto donde se les cargaba toda la información que se había recibido en dicho seminario. Pero lo más seguro es que las memorias usb que tenían las personas asistentes al seminario eran bastante mejores que las memorias usb que solemos usar las personas de la calle.

 

Aunque las memorias usb nos han facilitado mucho la vida al dejar de lado a aquellos disquetes antiguos que ocupaban bastante porque había que llevar unos cuantos porque uno solo no tenía la capacidad suficiente para poder guardar toda la información que necesitases y además se estropeaban con bastante frecuencia. Pienso que en un futuro no muy lejano tal y como están haciendo de pequeños los discos duros extraíbles, estos van a ser la forma en la que llevaremos nuestra información o ya directamente guardaremos todo directamente en nuestros teléfonos móviles.

Hace ya unos cuantos años de mi últimos viaje a Asturias, pero por lo que recuerdo me había gustado bastante. Recuerdo que las playas que estaban entre acantilados me habían encantado porque eran muy distintas de las playas a las que estoy acostumbrado. Ya que donde vivo las playas son mucho más abiertas que aquellas. Otra cosa que me había gustado mucho de ese viaje fue ver que todo era bastante verde, había muchos campos de pastoreo de vacas y fue ahí cuando me di cuenta de lo parecidos que somos los gallegos y los asturianos. Porque he ido de viaje a otras partes de españa pero ninguna tenía ese tono de verde al que estamos tan acostumbrados y que a los foráneos les llama tanto la atención. Y les llama tanto la atención porque donde viven el verde ha desaparecido casi completamente y es esencial que las zonas verdes sigan siendo el color predominante en el paisaje.

 

Esa no era la primera vez que viajaba a Asturias, la primera vez que viajé hasta allí fui con mi abuelo, a él le habían invitado a asistir a unos partidos de fútbol y me llevó con él todo ese fin de semana. Me lo pasé muy bien durante todo el fin de semana, pero hubo un inconveniente que ya había tenido en cuenta. Cuando fuimos al mareo, que es la ciudad deportiva del sporting de Gijón, no tenían en la cantina las pipas que a mi me gustan para ver el fútbol pero por fortuna eso ya lo tenía más o menos asumido, por lo que antes de salir de viaje fui a provisionarme al quiosco de enfrente de mi casa. 

 

En ese primer viaje no me pareció que Asturias fuese tan verde como me pareció la última vez que fui, es más, cuando fui a Oviedo me pareció todo muy gris y oscuro, aunque supongo que sería a causa de las minas de carbón. Sea como sea, lo que saco en claro de los dos viajes que he hecho a Asturias es que me gusta bastante, tiene cosas muy similares a Galicia.

Más de 3 meses esperando por una mamografía rutinaria. El año pasado tardé ese tiempo en que me dieran cita para una mamografía. Se trata de una prueba rutinaria y entiendo que, en principio, no se trata de algo urgente. Sé que en la Sanidad pública, cuando existe un riesgo real te atienden sin dilación y yo no tengo queja en ese sentido, pero es evidente que existe un grave problema cuando se trata de pruebas o de operaciones quirúrgicas no urgentes. Las listas de espera son terroríficas. 

Por eso, desde hace unos meses decidí hacerme un seguro privado. El carcinoma de pecho no es ninguna broma y quiero estar tranquila y no esperar más tiempo del debido. Hace muchos años también disfruté de seguro privado porque estaba incluida en el seguro de mi madre, pero era una época en la que tampoco hice mucho uso del médico. Pero ya voy teniendo una edad y me agobia exponerme a la lentitud de la Sanidad pública.

El problema es que la experiencia que estoy teniendo con el seguro privado tampoco es para tirar cohetes. Sí que es verdad que desde un punto de vista práctico parece todo más sencillo. Puedo pedir cita usando diferentes fórmulas. Con la aplicación del seguro todo es muy rápido. Tan solo tengo que elegir centro e incluso médico y me aparecen las horas disponibles. Pero también hay una especie de overbooking en algunos casos. 

Este mes de diciembre me tocaba otra revisión para detectar carcinoma de pecho. Y he tenido que esperar casi dos meses para tener una cita en el centro que tengo más cerca de casa. Tengo la suerte de que mi seguro tiene un hospital muy cerca de casa y siempre que puedo voy a ahí, pero otras muchas personas del barrio actúan igual que yo y el hospital no da abasto así que me he tenido que ir a otro para hacer esta prueba y no tener que esperar tanto tiempo. Así que no, tener un seguro privado tampoco es la panacea: el sistema de salud necesita adaptarse a la nueva realidad, ¿pero cómo?

Una de las noticias más impactantes en el sector lácteo en las últimas semanas ha sido la bancarrota de Dean Foods, una de las empresas más importantes del sector en Estados Unidos. ¿Puede una noticia así tener relación con la evolución del mercado al otro lado del Atlántico? No parece que ninguna de las grandes empresas lácteas españolas, por ejemplo, vayan a seguir “el ejemplo” de la multinacional americana, pero también es evidente que el sector trabaja con gran ímpetu en aclarar un futuro que se ha ensombrecido desde hace años.

Los continuos descensos en el consumo de leche en los últimos años son una de las razones por las que Dean Foods declaró la bancarrota. Es una cuestión que también afecta en Europa. El envejecimiento de la población y el cambio en el patrón del consumo son dos de las causas que explican ese descenso. Para hacer frente a ello, las empresas se afanan en añadir a su lista de productos nuevas artículos. Un consumidor puede acercarse a un supermercado hoy en día y adquirir un cartón de Leche semidesnatada BIO, algo impensable hace años.

Se trata de lograr contrarrestar unos cambios que ya parecen inevitables. La leche ya no es un producto indispensable entre adultos. Cada vez son más las personas que rechazan su consumo: ya sea por moda, por salud o conciencia, diversos grupos de consumidores no toman leche de vaca, pero sí demandan otros productos que los sustituyen como las bebidas vegetales. Es así como la mayoría de empresas del sector lácteo tratan de controlar este mercado alternativo a la leche tradicional añadiendo también variedades ecológicas como la mencionada Leche semidesnatada BIO.

¿Está el futuro del sector lácteo en la diversificación? Parece que sí, pero, por supuesto, no es la única vía para asegurar su futuro. La modernización de las instalaciones o la implantación de un nuevo servicio de asesoramiento ganadero también puede influir en la salud de la industria láctea. Y es que las explotaciones ganaderas, el origen de la materia prima, también son claves para que el sector no tenga que lamentar situaciones como la que se vive en Estados Unidos con Dean Foods.

El otro día me regalaron un libro de recetas de postres asturianos, y a decir la verdad no sé muy bien por qué me lo han regalado porque no es que sea un cocinitas. Personalmente solo cocino cuando es extremadamente necesario y no es que lo haga demasiado bien, sé cocinar lo justo para poder sobrevivir y tampoco es que me interese demasiado aprender a cocinar. Si hubiese querido aprender a cocinar ya hubiese aprendido hace bastantes años. 

Como los que se ponen a aprender a cocinar por ver un programa de televisión en el que supuestamente les enseñan a cocinar. Personalmente creo que en estos programas no es que enseñen demasiado, más bien los jueces de ese programa te incitan a que lo dejes o esa es mi impresión y tras años de emisión me parece que el programa es un poco forzado.

 

Si hubiese querido aprender a cocinar le diría a mi madre que me hubiese enseñado que estoy completamente seguro de que aprendería mucho más y de una forma mucho mejor que viendo un programa de televisión. Además en los programas de la tele solo te enseñan a cocinar lo que a ellos les interesa, a mí me interesaría más aprender a cocinar lo que me gusta y no lo que les guste a otros, porque visto lo que come la gente hoy en día eso no se me pasaría por la cabeza nunca cocinarlo ni comerlo. El veganismo que está tan de moda no va conmigo ni ahora ni nunca, por mucho que me lo intenten inculcar no lo van a conseguir. Cuando voy por la calle, cuando paso por delante de algún restaurante vegano o vegetariano me tengo que tapar la nariz porque el olor no me resulta agradable y no lo quiero ni oler. Por eso sé que la comida vegana no va a llegar a nada es solo una simple moda pasajera como cualquier otra y no creo que esta moda dure demasiado. A los veganos que conozco ya les he comunicado que no voy a comer nada que me den ellos para que no me engañen dándome cosas raras.

¡Qué bien me lo pasé de Erasmus en Suecia! Aunque todo el mundo hablaba maravillas de esa experiencia estudiantil yo soy bastante desconfiado por naturaleza. Todos contaban anécdotas la mar de jugosas sobre su vida más allá de los Pirineos pero yo estaba más interesado en cuestiones prácticas. Pero sí, lo admito, fue toda una experiencia. 

Ahora que han pasado tantos años me quedan algunos recuerdos curiosos. Por ejemplo, me acuerdo de la luz de Malmö y las costumbres de los locales en relación al aprovechamiento de la luz solar. Un español, sobre todo en el sur, huye de la luz porque supone una buena cuota de grados extra. Pero a los suecos les gusta ver la luz por todas partes. Allí el tema de las persianas no tiene éxito. ¿Para qué cerrar a cal y canto las casas? Queremos ver lo que hay fuera, que la luz entre en nuestras casas. 

Así como son bastantes reservados para según qué cosas, no tiene ningún reparo en que los vecinos o los que van paseando por la calle los vean en casa. No sienten que tengan nada que ocultar. Y eso me gusta. Una de las cosas que cambió mi experiencia sueca fue esta forma de vivir menos encerrado de cara al exterior. Cuando me fui a vivir solo una de las cosas que tenía claras es que no quería persianas. 

Existen alternativas ideales para “suecos” como yo. Por ejemplo, el estor noche y dia, un tipo de estor perfecto para espacios como el salón. En jornadas más frías o en las que quieras tener más luz, las lamas se giran dejando entrar la iluminación y el calor. Al contrario, si hace mucho calor, se giran en sentido inverso para tapar la entrada de luz y crear un ambiente más fresco.

No es que los suecos sean un ejemplo para todo. Pero en cuanto a sus hogares, saben lo que se hacen. Ya sabemos que el mueble sueco ha conquistado todo el mundo. Y en mi hogar, sin duda, hay mucho sabor a Suecia, no solo con el estor noche y día, sino con cantidad de detalles. ¡Quién me lo iba a decir cuando llegué a Malmö siendo un jovencito!

¿Por qué resulta tan incómodo ver a una persona mayor pasándoselo bien? Y no me refiero a ver cómo juega una partida de mus, teje una bufanda de lana para un nieto o se desgañita en un partido de fútbol. Eso es lo que los más jóvenes aprobamos, pero ¿y si vemos a un jubilado de fiesta con unas copas de más? 

Hace poco se hizo viral unas fiestas organizadas por ingleses en el Mediterráneo español. Todo el mundo puso el grito en el cielo. Es cierto que se sospecha que algunos de estos guiris hacen cosas fuera de la legalidad, pero ese es otro tema. Lo que yo noto es una incomprensión hacia las personas mayores, como si solo tuviesen derecho a protestar por la jubilación, hacer ganchillo y cuidar de nuestros nietos. 

Los jubilados también quieren pasárselo bien, no solo pensar en cancer de higado tratamiento. Es decir, cuando uno cumple una edad, comienzan los típicos achaques. No es posible vivir la vida del mismo modo cuando tienes 70 años que cuando tiene 22. Es una cuestión física y, a menudo, también mental. Pero el deseo de disfrutar es similar, otra cosa es que una persona de 70 años tenga un concepto de disfrutar diferente a cuando tenía 20.

Sí entendemos como algo natural que una persona mayor esté preocupada por la rentabilidad de sus ahorros y por las enfermedades. Nos parece normal que nuestro abuelo acuda cada semana al médico a hacerse pruebas y esté preocupado por el cancer de hígado tratamiento. Pero no nos cuadra que quiera irse a Gandía a una fiesta con varios amigos que conoció en el taller de tai chi. Y además que no tiene pensado hacer mucho tai chi en Gandía. 

Esto viene a ser como cuando vemos a nuestro padre con dos o tres copas de más bailando en una boda. Queremos que nos trague la tierra porque a ese señor le hemos visto en el 99% de las ocasiones totalmente cabal y manteniendo la compostura. Pero ser mayor no significa estar siempre reconcentrado y serio: todo el mundo tiene derecho a hacer alguna locura de vez en cuando, nuestros mayores también.