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Los celíacos tienen auténticos problemas para conseguir alimentos adecuados para su problema. Tienen que ser totalmente libres de gluten. En principio, no es necesaria una leche celiacos porque este producto, por sí mismo, no tiene gluten. Pero los productos lácteos son otro tema ya que aquí se incluyen batidos, yogures y postres que pueden contener muchos otros ingredientes.

Hay que tener cuidado al comprar leche porque algunas enriquecidas con fibra llevan fibra procedente de cereales, por lo que tendrían ya gluten y no podrían ser consumidas por las personas con celiaquía. Lo mismo ocurre con algunos batidos de cacao que tienen cereales incorporados y que por tanto tampoco son aptos para su consumo.

En el caso de los yogures, la mayoría sí pueden ser consumidos por los celíacos ya que solo tienen leche y fermentos lácteos. Pero hay que revisar siempre los ingredientes porque en algunos casos pueden llevar otros ingredientes que los conviertan en no aptos, por ejemplo, los yogures con sabor a tarta, que suelen contener pequeñas cantidades de galleta.

Para evitar problemas lo mejor es acostumbrarse a que cada vez que se compra un producto que no se ha adquirido antes se debe de comprobar el etiquetado. Por suerte, hoy todo es más fácil pues los ingredientes susceptibles de dar alergia tienen que ir marcados en negrita. De este modo es fácil comprobar que es lo que pueden llevar, o si están fabricados en lugares en los que puede haber contaminación por contacto. En estos casos indicarán que pueden contener trazas.

El problema de las alergias es que la contaminación cruzada o por contacto es muy complicada de evitar. Para lograr productos que sean de verdad aptos para gente celíaca tienen que fabricarse en un lugar en el que no se realicen productos que llevan gluten. Este es uno de los motivos por el que un producto sin gluten es más caro de lo normal, ya que necesitan de instalaciones por separado y de medidas que garanticen que no hay ningún tipo de contaminación.

A esto se une que tienen que experimentar con las recetas y dar con la que tenga un sabor más agradable, el mejor aspecto y una buena textura, algo que puede llevar mucho tiempo conseguir. La receta se suele ir mejorando con el tiempo y con la experiencia, por eso hoy se logran galletas deliciosas sin nada de gluten.

Siempre me ha gustado conducir pero cuando me saqué el carné no pensé que mi trabajo iba a estar tan vinculado a los coches. Tras algunos años en empresas de diverso tipo me decidí a abrir mi propio negocio. Para vender los productos de mi empresa necesito viajar todas las semanas por España. Eso supone muchos kilómetros al volante y preciso de un coche que me aporte seguridad y eficiencia.

Cuando la empresa echó a andar, la inversión fue importante y no me quedó mucho dinero para comprar un vehículo. Tenía la opción de comprar un coche nuevo, pero las cuentas no me salían y preferí no arriesgarme con ello. Si el negocio iba mal, las deudas podían ser importantes. Preferí buscar un Renault de ocasión.

¿Por qué esta marca? El primer coche que conduje fue un Clio que mi padre me cedió amablemente cuando me acababa de sacar el carné. Era un coche que mi padre había comprado de segunda mano pero con muy pocos kilómetros. Lo aproveché al máximo pero cuando creé la empresa ya no estaba en condiciones para ser mi ‘vehículo de trabajo’. No obstante, estaba muy satisfecho con el rendimiento que me había dado y seguí fiel a la marca.

A la hora de comprar un coche de ocasión, hay que fijarse muy bien en los detalles. Como dije, mi situación económica no era para tirar cohetes, así que necesitaba un vehículo de buena relación calidad/precio. El Megane fue mi primera opción. Usé tanto revistas de motor como internet para buscar Renault de ocasión. Finalmente me quedé con un par de opciones.

Uno de los Megane que vi era de un particular que al principio me dio todo tipo de facilidades. Pero cuando probamos el coche empezó a sonar un pitido algo sospechoso y el propietario echó balones fuera. No me fié. Al final me quedé con la segunda opción: un Megane con pocos kilómetros y bien cuidado.

Ese coche fue el que me ayudó en los primeros años. Le tengo mucho cariño, pero una vez que la empresa fructificó, por fin, me decidí a comprar un coche nuevo.

Vivimos en una época en la que el culto al cuerpo está muy extendido y todos queremos vernos lo mejor posible. Por eso, la cirugía estética es cada vez una opción más recurrida. Con el paso del tiempo y el abaratamiento de los precios, este tipo de intervenciones han dejado de ser algo elitista y hoy muchas personas se financian una rinoplastia del mismo modo que lo hacen con una televisión nueva.

Las nuevas técnicas permiten también precios mucho más económicos. Por ejemplo, hoy es posible una liposucción de bajo precio gracias a que ya no es necesaria una anestesia general para llevarla a cabo y, por tanto, el paciente no tiene que quedarse ingresado. La mayoría de las liposucciones se han convertido en tratamiento ambulatorio y, por tanto mucho más económico.

También existen un mayor número de clínicas que realizan tratamientos de cirugía y de medicina estética. La competencia es mucho mayor y por eso han tenido que bajar precios para poder atraer a clientes. Los grandes honorarios de algunos médicos se han visto significativamente reducidos al dejar de ser los únicos en su ciudad que realizaban cierto tipo de operaciones.

Los nuevos conceptos de clínica también tienen mucho que ver en estos precios populares. Ahora ya no es necesario contar con quirófano preparado para operaciones, con todas las exigencias que esto conlleva y la gran inversión que significa su construcción. Muchas clínicas estéticas alcanzan convenios con clínicas privadas médicas que les permiten utilizar sus instalaciones, contando con quirófamos muy modernos y dotados con todo el instrumental necesario.

Esto es una gran ventaja para el paciente, ya que en caso de existir alguna complicación estará dentro de un centro sanitario en el que podrá ser atendido por especialistas de todo tipo. Una gran seguridad que permite operarse con total tranquilidad sabiendo que no solo se está en las mejores manos, sino que cualquier problema puede ser atendido en un plazo de tiempo muy breve.

Por eso, aunque las operaciones estéticas puedan ser económicas, si se hacen en centros legales y que estén atendidos por buenos profesionales no tienen ningún problema. Hay que asegurarse de la solvencia de los profesionales que están al frente del centro de estética y, a partir de ahí, conseguir buenos precios para las intervenciones y una financiación que, en muchos casos, está libre de intereses si se abona en plazo de tiempo cortos.

Las reglas de juego van cambiando cada cierto tiempo y hay que adaptarse si se quiere emprender y que el negocio tenga éxito. Hace pocos años, el objetivo de una pequeña o mediana empresa era el de poder tener en nómina a todos los trabajadores que necesitaba para realizar todo tipo de tareas, tanto las que eran propias de la empresa como aquellas que podían necesitarse pero que no eran la actividad principal.

Por ejemplo, era habitual que una empresa de cierto tamaño tuviera en nómina a una persona para la  limpieza y a otra para el mantenimiento. Estos fueron de los primeros servicios en externalizarse y hoy, lo normal, es que limpieza y mantenimiento sean proporcionados por una empresa de servicios que se encargue de realizar estos trabajos, proporcionar al personal y a sus sustitutos si es necesario.

Ahora, muchas empresas trabajan con ordenadores y tener a un técnico informático en nómina no es rentable. Quizás, un mes haya bastantes problemas informáticos, pero quizás otros meses no haya nada en absoluto y no se puede tener a una persona en nómina para que esté de brazos cruzados. Por eso, las Empresas mantenimiento informatico son la mejor opción.

Este tipo de empresas pueden ofrecer muchos servicios a mayores que el de técnicos informáticos ya que a menudo también pueden realizar páginas Web, encargarse de manejo de redes sociales e incluso de posicionamiento SEO.

Otra de las ventajas de estas empresas es que suelen tener una tarifa plana. Cobran un fijo independientemente de las veces que se reclamen sus servicios básicos y un precio a mayores si se necesita algún tipo de asistencia adicional. Esto hace que la empresa tenga mucho más fácil su control de gastos y no tenga problemas si un mes, por el motivo que fuera, precisa de más intervenciones de técnicos.

Con este servicio se garantiza también una atención mucho más rápida, ya que al ser cliente lo habitual es que se fije un plazo máximo para actuar de veinticuatro horas. Esto quiere decir que, como norma, los problemas que puedan aparecer se solucionan el mismo día. Esto es muy importante para que el trabajo de la empresa no se vea frenado debido a un problema técnico. Incluso muchos pequeños problemas se resuelven a distancia sin que el técnico tenga que acudir a la oficina presencialmente, gracias a la asistencia remota.

No es fácil dar con la tecla a la hora de decorar nuestro local. Debemos decidirnos entre diferentes gustos (vintage, industrial, clásico, contemporáneo, etc.) y luego elegir, dentro del mismo, una fórmula original que seduzca al cliente y le haga sentir que está en un sitio con estilo.

El término ‘original’ debe ser muy matizado en este sector. Ser original, por regla general, cuesta bastante dinero y tampoco garantiza el éxito de nuestro negocio. Casi todo está inventado y, a veces, resulta más efectivo seguir una tendencia que inventar algo nuevo, con el riesgo y el coste que ello supone.

En París, por ejemplo, muchas terrazas para hostelería usan el mismo estilo de mobiliario. Es una seña de identidad de la ciudad con la que los turistas (y los locales) se sienten a gusto. Por tanto, si abrimos un bar con terraza en una zona céntrica de esa ciudad, lo más aconsejable sería apostar por el estilo imperante.

No obstante, a veces resulta difícil distinguir lo clásico de lo aburrido. En Madrid se han puesto de moda las hamburgueserías de estilo años 50, copiando los famosos diner de Estados Unidos. Lo que en un principio tuvo su gracia, ahora resulta poco estimulante, porque todos los locales son iguales.

Si queremos apostar por un estilo único, lo más adecuado es acudir a un grupo de profesionales con experiencia. Ellos nos pondrán sobre la mesa diferentes soluciones dependiendo del tipo de local, el barrio, la clientela que esperamos y nuestro gusto particular.

Si apostamos fuerte por nuestro negocio, debemos cuidar hasta el más mínimo detalle para que todo armonice: desde los baños, a las terrazas para hostelería, pasando por la barra, las decoraciones de las paredes, la iluminación, etc.

Por ejemplo, la iluminación sigue siendo una faceta decisiva que no siempre se cuida lo suficiente. Un local mal iluminado o con una luz discordante puede arruinar un buen interiorismo.

La calidad del servicio y lo original de la propuesta son tan solo una parte del éxito de nuestro negocio hostelero. La decoración y el mobiliario son también fundamentales. No lo pierdas de vista.

Durante buena parte de mi vida me alojé en un piso con no demasiada iluminación natural. Era un primero que en uno de los lados daba a la calle y el otro a la terraza. En el lado de la calle, orientado al norte, teníamos el salón y dos habitaciones. El sol no daba nunca directamente y nunca hubo demasiada luz en esa zona.

Sin embargo, el otro lado, al dar al sur, tenía buena luz durante mucho tiempo por la mañana. Por eso, la habitación y la cocina de esa zona eran mis espacios preferidos. Además, se habían colocado unos estores para cocina especiales que permitían tamizar la luz de forma muy agradable. Y del baño, literalmente, estaba enamorado. Nunca he vuelto a tener un baño con tanta luz.

Después de vivir en esa casa, entendí la importancia de la iluminación natural. ¿Por qué me sentía mucho más a gusto en una zona de la casa? Por la luz. Algo tan obvio, me costó entenderlo bastante tiempo. Es posible que también influyese el ruido que en la zona de la casa que me gustaba también era menor. Poco ruido y mucha luz, lo mejor para vivir (en mi caso).

En todos los pisos que viví después, las cosas fueron muy diferentes. Para empezar, todos fueron más pequeños. Lo tener dos lados para elegir uno… En una casa que estuve hace poco, la cocina y el dormitorio daban a un mini patio. La distancia entre mi casa y la del vecino no era mayor de dos metros. ¿Luz natural? Ninguna. ¿Ruido? Para dar y regalar. Tuvimos que colocar estores para cocina, pero no para tamizar la luz, sino para impedir que el vecino nos observara mientras hacíamos la tortilla de patata…

Más adelante estuve en un piso con orientación suroeste, con un salón de gran ventanal. Teníamos mucha luz natural en esa zona por la tarde, pero la cocina y el baño no tenían nada de luz.

Ahora que lo tengo claro, a la hora de buscar un piso estaré muy atento a su orientación, no quiero volver a vivir en una cueva.

Cuando nos ponemos a dieta y pensamos en cocinar sano enseguida nos viene a la cabeza el comer cocido o a la plancha. Sin embargo, hay otra alternativa muy saludable y que a menudo obviamos: el horno. Cocinar al horno no tiene por qué implicar cocinar con salsas pesadas o hacer comidas con mucha grasa.

Un pescado al horno con un poco de caldo de pescado y zumo de limón está delicioso cocinado a fuego lento. Y es una alternativa tan saludable como comer ese mismo pescado a la plancha. Se trata de variar y de no hacer siempre los mismos platos.

El horno es muy cómodo, no mancha demasiado y además, los hornos modernos se limpian con bastante facilidad. Y si tu cocina no está equipada con uno o se te ha estropeado, puedes adquirir hornos pequeños baratos que se colocan sobre la encimera y se enchufan. Una buena alternativa también para aquellas cocinas pequeñas en las que prefieres alacenas antes que un horno que te ocupe demasiado.

Estos hornos pequeños permiten cocinar todo tipo de platos y no tienen un consumo eléctrico demasiado elevado. Son perfectos para cocinar para una persona sola o para dos. Escoge uno que te permita realizar tus comidas favoritas. Por ejemplo, si te encanta el pollo asado, el horno debe de poder hacer un pollo entero aunque sea uno pequeño. Así podrás disfrutar de un pollo al horno, uno de los platos más deliciosos y más sanos que puedes comer.

¿Y las pizzas? Este plato es el favorito de muchas personas que casi podría decirse que usan su horno exclusivamente para ellas. Es cierto que una pizza nunca es la alternativa más saludable, pero si no puedes resistirte a ellas lo mejor es que tú mismo hagas la masa. Así tendrás todas las garantías de que estás tomando productos de calidad y que no hay grasas saturadas en tu pizza.

Procura añadirle ingredientes muy naturales y que lleve también vegetales entre sus ingredientes. A pesar de todo lo que digan, si te gusta la pizza con piña es una buena opción para tomar una pizza un poco más sana. Puedes escoger un queso bajo en calorías y poner poca cantidad. De esta forma, estarás consiguiendo una pizza más ligera. El cualquier caso, debe de ser un alimento para tomar de manera ocasional y no un plato habitual en tu mesa.

Tradicionalmente, uno de los elementos de decoración que nunca han faltado en nuestras casas son las cortinas, que con cordón o sin él, de diferentes formas, tamaños, diseños, colores y tejidos han protegido nuestra casa de la excesiva luz y temperatura que entra por la ventana, dotando también a nuestro hogar de mayor intimidad y de un estilo de decoración único. Sin embargo, las cortinas tradicionales ya no están tan a la moda como hasta hace unos años, ya que ahora se utilizan otro tipo de cortinas como los paneles o estores japoneses. Y es que ahora es muy fácil encontrar paneles japoneses baratos con los mejores diseños perfectos para darle a nuestro hogar y a nuestra decoración el toque de elegancia y modernidad que buscamos.

Como decimos, podemos encontrar paneles japoneses baratos con gran facilidad ya que hay muchas tiendas especializadas a través de internet donde podemos encontrarlas online al precio más bajos. Este tipo de cortinas consisten en una serie de paneles que forman lo propia cortina y que están superpuestos unos centímetros unos sobre otros, sujetos al rail de velcro. Otra de las particularidades de estos paneles japoneses baratos es que cuentan con un contrapeso en su parte inferior que sirve para que las propias cortinas queden rectas y estiradas en todo momento.

A la hora de buscar paneles japoneses baratos es necesario que tengamos en cuenta la medida de la ventana donde lo colocaremos tanto a lo largo como a lo ancho ya que el número de paneles que se deben colocar y la medida elegida para estos dependen de la propia medida de la ventana. Así mismo podemos ver que este tipo de paneles se pueden colocar de diferentes formas, siempre al gusto de cada persona, pudiéndolos colocar para que al abrirlos se desplacen todos a la derecha, todos a la izquierda, o la mitad de los paneles para un lado y la otra mitad para el otro, pudiendo realizar este movimiento lateral con la ayuda de un cordón para hacerlo de forma manual, aunque también se puede instalar un dispositivo a motor para que sea más fácil y práctico realizar este movimiento.

A ningún empresario le gusta llegar a su negocio y descubrir que le han forzado la puerta y que le han robado, en ese mal momento lo primero que debe hacer es llamar a la policía para que haga sus pesquisas y busque huellas para ver si averiguan quién ha sido el ladrón que le ha robado, aunque normalmente no consiguen nada ya que los ladrones ven la televisión donde en muchas series te enseñan a delinquir sin ser descubierto, por lo que cada vez se complica más lograr saber quién ha sido.

 

Lo siguiente que debe de hacer una vez termine la policía sus investigaciones, es llamar a unos Cerrajeros madrid urgentes para que le arreglen la cerradura que le han forzado, hay que asegurarse de que la cerradura que te van a instalar sea de mejor calidad que la que tenías anteriormente, ya que así a los ladrones les costará más la próxima vez que se les ocurra intentarlo.

 

Después de hacer todo esto supongo que el siguiente paso será ordenar lo que han desordenado los ladrones para que así puedas volver a la actividad que desenvuelvas con la normalidad cotidiana lo más pronto posible.

 

Cuando a alguien le roban se siente como si le hubiesen humillado, y seguramente desconfie durante unos cuantos días de todo el mundo que entre en la tienda, se vuelve mucho más desconfiado incluso con gente que ya conoce pero que no la conoce muy bien, pero de esa desconfianza aprenderá a ver mejor a las personas que entran en su tienda.
Por suerte ya no es tan común como hace unos cuantos años que roben en comercios, cuando hubo el boom de los aluniceros mucha gente se dedicaba a reventar los escaparates con los coches y poder entrar a robar y tener el coche en la puerta para poder escapar rápido, pero vieron que no era muy buena idea, ya que hacen mucho ruido con ese sistema y siempre despiertan a alguien que les puede grabar con su móvil, si no a ellos directamente al coche, por lo que eran fáciles de reconocer.

Cuando hablamos de última tecnologías, siempre se suele pensar en redes sociales, teléfonos inteligentes e internet, pero los avances se están aplicando a campos de los más variopintos. Es el caso de la ganadería que desde hace años está incorporando numerosos sistemas de control y producción diseñados por start-ups y compañías especializadas.

En un entorno rural tan aparentemente tradicional como Asturias ya se aplican algunos de estos sistemas. La central lechera, siempre pionera en la aplicación de nuevas tecnologías en el sector lácteo, ha difundido estos sistemas entre los ganaderos.

Como siempre sucede cuando se trata de cambiar hábitos adquiridos desde antiguo, muchos profesionales no vieron con buenos ojos las novedades. Y es lógico. Algunas de las aplicaciones que debían aprender a usar exigían nuevos conocimientos en materia informática. Y no todos estaban preparados para ello. Pero cuando se empezó a demostrar que estas apps aplicadas al control y la producción ganadera eran beneficiosas, ahorraban tiempo y dinero, se fueron a incorporando a casi todas las ganaderías.

Hoy en día es normal ver a un ganadero controlar sus reses desde una tablet y descargar información en un ordenador para gestionar la misma desde programas específicos de tratamiento de datos. Además, los organismos oficiales de control y las propias empresas productoras y distribuidoras, como central lechera, cada vez pone más énfasis en la seguridad y la salud de las reses, además de la trazabilidad de los productos.

Así que la tecnología de control ganadero no se detiene, como demuestra la aparición de un collar para vacas, una especie de wereable, como los que se han puesto de moda entre las personas. Si muchos ya llevan una pulsera que mide numerosos parámetros, desde los kilómetros recorridos hasta el tipo de sueño, las vacas también pueden ser controladas: el tiempo que rumian, cuánto caminan, etc.

Se trata, según sus responsables, de controlar la salud del animal para mejorar la producción evitando trastornos o detectándolos a tiempo. En países como España, estas tecnologías se están implantando poco a poco, a medida que los ganaderos son conscientes de sus beneficios a largo plazo.