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En cuanto pude, me hice un seguro de salud privado. Respeto mucho la sanidad pública, pero al final se trata de la salud. Y por experiencia sé que hay cosas que requieren de tratamientos inmediatos. Y, por desgracia, en la sanidad pública a menudo el proceso burocrático es tan lento que complica mucho la consulta con especialistas. Cuando siendo bastante joven tuve un problema moderadamente grave de salud, tomé la decisión de tener siempre que pudiese un seguro privado.

Ahora que ya no soy tan joven, buscar un seguro privado de salud no es cosa sencilla. Hay que tener en cuenta múltiples factores. Lógicamente, las compañías de seguros son conscientes de que las personas mayores, por regla general van a tener más necesidad de usar los servicios del seguro por lo que los precios pueden ser más elevados. Por eso, hay que seleccionar muy bien las ofertas.

Yo me he quedado con adeslas senior por varias razones. Ya conozco Adeslas y he tenido una buena experiencia. Pero puedo comparar con otras compañías. Mucha gente que conozco se mantiene fiel a su compañía de seguro médico privado porque no han conocido otras. Es lógico ya que si te va bien con algo no hay razón para cambiar. Sin embargo, por cuestiones laborales yo estuve con otros seguros privados y mi experiencia no fue igual de satisfactoria.

Fue entonces cuando decidí cambiar una vez que también cambié de trabajo. Conocía mucha gente con Adeslas y me hablaban bien de ese seguro. Probé y me gustó. Creo que lo más importante de un seguro médico privado es sentirse seguro, valga la redundancia. Al final, buena parte de la cuestión sanitaria deriva del aspecto psicológico.

Esa es la razón por la que hace muchos años decidí que necesitaba algo más que la sanidad pública, porque no me sentía completamente seguro, porque tenía la sensación de que los tiempos eran demasiado largos en muchos casos. Y esa es la razón por la que he vuelto a elegir adeslas senior, porque es un seguro que me da confianza. Y eso es lo principal. 

Pasear es una actividad muy gratificante y, lo mejor de todo, también es gratis. Además, ayuda a mantenerse en forma y resulta muy agradable oxigenarse con un buen paseo tras una semana de trabajo y de clases. Pero cuando paseamos siempre por los mismos lugares al final acabamos aburridos de ver las mismas cosas y buscamos algo que nos permita variar.

Si vives en Vigo y paseas habitualmente con tus hijos, te sugerimos coger el barco vigo moaña para pasar una tarde diferente en familia. Seguramente, los peques disfruten mucho del viaje en barco, sobre todo si no es algo que hagan de manera habitual. Les encantará subirse y para ellos será un pequeño viaje y una aventura para nada comparable a ir en coche, que a fin de cuentas es lo de siempre. Para los padres, será relajante no tener que conducir ni aparcar.

Moaña es un lugar perfecto para pasear, sobre todo por su paseo que es largo y con unas fantásticas vistas. Pero también hay pequeñas rutas de senderismo para cuando se quiera realizar alguna actividad un poco menos ligera que el simple paseo. Solo hay que planificarla antes de salir de casa y llevar lo necesario para una pequeña merienda/ descanso a mitad de la actividad.

El paseo de Moaña es muy largo y pasa por lugares muy agradables, como la plaza de abastos o la explanada de A Xunqueira. Los niños podrán pasar un rato muy divertido en el parque infantil e incluso, si el tiempo acompaña, se puede ir hasta la arena para pasear por la playa. Incluso se puede combinar el paseo marítimo con alguna pequeña incursión hacia el interior del pueblo.

A lo largo del paseo encontramos algunas esculturas, como la de O Fisgón o la de la Ballena,  que son ideales para quitarse algunas fotos que añadir al álbum familiar o incluso para compartir con los amigos. Además, al ser un lugar muy tranquilo, aunque transitado en verano, los niños podrán corretear y disfrutar de cierta libertad con la mayor tranquilidad para sus padres.

Antes de coger el barco de vuelta, se puede hacer una parada en alguno de los locales de hostelería del paseo para tomar un refresco o merendar y coger así fuerzas para la vuelta. Seguro que será un día que apetecerá repetir a toda la familia y que dejará un fantástico sabor de boca.

El verano ya ha llegado y es la época en la que todos queremos tener la mejor versión de nuestros cuerpos para poder ir a la playa o a la piscina sin demasiados complejos. Supongo que durante este año y algo de pandemia mucha gente habrá aprovechado para hacerse algún arreglillo cómo quitarse unos acúmulos grasos o hacerse una liposucción para mejorar sus cuerpos. Me parece normal ya que como no teníamos casi nada que hacer por lo menos de esa forma aprovechan ese tiempo para recuperarse sin que nadie se enterase.

 

No sé si este año volveré a la playa, ya que el año pasado no me decidí a ir porque no me sentía lo suficientemente seguro para poder estar tranquilo tirado en la toalla y este año aunque la gran mayoría ya están vacunados, sigo sin estar seguro de que ir a la playa sea la mejor opción. Menos mal que siempre me queda poder ir al barco de mi amigo que alí normalmente solamente solemos ir tres y nos sobra espacio para estar bien separados sin tener que molestarnos. Además, en el barco podemos hacer e ir a donde queramos sin que nadie nos diga nada, me gusta bastante más poder tener la opción de ir al barco todos los días que haga buen día y no haga demasiado viento que es lo que más molesta cuando estás en el barco. Porque del sol te puede proteger pero del viento en un barco sin camarote es bastante complicado. Mi amigo ya está pensando en cambiar su barco por otro con un camarote pequeño para poder protegernos cuando haga demasiado viento. Por fortuna vivimos en una ría en la que tiene muchos recovecos en los que poder refugiarse porque de lo contrario casi nunca podríamos sacar el barco sino es en los mejores días de verano.

 

Este año me parece que tampoco voy a ir a la playa, hasta que esté seguro de que en la playa no voy a correr ningún peligro no creo que vuelva y para eso voy a tener que esperar otro año por lo menos y viendo cómo se comporta la gente a lo mejor tengo que esperar un poco más.

Las verduras son parte imprescindible de nuestra dieta. Deben de formar parte de cualquier menú, sobre todo si regentas un local de hostelería con menú del día. Pero uno de los problemas de la verdura es que si se compra fresca, se estropea muy rápido y, además, supone bastante trabajo pues hay que ir a comprarla, limpiarla y trocearla.

Por eso, la verdura congelada es una de las mejores opciones para los menús del día, pudiendo contar con todo tipo de vegetales para tus platos. Un Proveedor de zanahorias congeladas para hosteleria aportará también otros productos como guisantes, preparados para ensaladilla, pimientos o setas. Y si además es un buen proveedor, te ofrecerá la mejor calidad a precios muy ajustados para que tus menús tengan precios altamente competitivos.

Pero una de las cosas que más trabajo pueden ahorrar en la cocina de cualquier restaurante del menú del día son los ajos y las cebollas ya cortados y pelados y las mezclas para los sofritos. Este tipo de cosas se usan a diario en la mayoría de los platos y suponen que todos los días haya que pelar ajos y cebollas y trocearlas junto con los pimientos previamente limpios.

Una de las ventajas de la verdura congelada es que no es necesario descongelar previamente para usarla, por lo que se puede ir cogiendo la cantidad necesaria de cada vez y tenerla siempre a mano. Si nos quedamos cortos y precisamos más, solo hay que cogerlo, pero nunca nos sobrará nada por haber descongelado más de lo que realmente se va a consumir.

Podrás añadir zanahorias, guisantes y pimiento a tus guisos, hacer sofritos con gran rapidez sin tener que cortar ni limpiar verdura o preparar unos deliciosos revueltos de setas o de grelos. Y todo sin preocuparte qué verduras están de temporada porque cuando hablamos de congelados todo está al día. Tu carta será más variada ya que tendrás productos siempre disponibles para realizar platos tan solicitados como la ensaladilla.

Tus platos estarán enriquecidos sin tener que encarecerlos y tus comidas serán mucho más deliciosas al contar con verduras de diferentes tipos. Y todo a muy buen precio, ya que la verdura congelada es realmente económica. Como se congela a través de procesos muy rápidos que son respetuosos con los productos, estas verduras no van a perder propiedades ni vitaminas resultando tan saludables como las frescas.

Ahora que sabemos que vamos a quedarnos en esta casa varios años, si no pasa nada raro, hemos cambiado un poco la perspectiva. Cuando vives en una casa y sabes que en cualquier momento te vas a marchar no la tratas como un hogar, no inviertes en decoración y demás porque tal vez lo tengas que quitar todo en poco tiempo. Pero cuando no hay fecha de salida, el asunto cambio.

La verdad es que para mí ha sido como un bálsamo porque estaba todo cardiaco con el tema de cambiar de casa y todo lo que suponía. Ahora es como si esta casa fuera otra: veo posibilidades por todas partes. Tengo que controlarme un poco porque, aunque hayamos renegociado el alquiler, seguimos estando de alquiler, sigue sin ser nuestra casa, pero podemos ‘hacerla nuestra’.

Y algo que he pensado en este sentido es decorar un poco más el salón, sobre todo las paredes que siempre habían sido uno de nuestros objetivos pero que lo hemos ido dejando pasar por si nos íbamos antes de la cuenta. Lo que se me ocurrido es colocar una fotografía nuestra en gran formato rigido para decorar la pared que está sobre el salón. Es algo que he visto en otras casas y me gusta. 

Por supuesto, para imprimir un formato de este tipo, la foto en cuestión debe ser, no solo de máxima calidad, sino lo suficientemente significativa para no arrepentirse después. En este caso, se trata de una foto de familia hecha en unas navidades que siempre nos emociona. Creo recordar que fue en una película cuando vi por primera vez un salón decorado con una foto familiar en gran formato rígido y me llamó la atención porque la gente suele colocar cuadros en las paredes, no tanto fotos y menos propias, en todo caso ‘artísticas’.

Pero después de todo lo que hemos pasado últimamente me parece un buen homenaje colocar una foto de la familia en el salón para tenerla siempre presente. Eso sí, en el resto de paredes sí que ya tengo elegidos los cuadros, y ahora solo falta enmarcarlos.

Si te gusta coser y has decidido hacer tus propias cortinas, seguro que quieres que se vean impecables y queden preciosas en tu salón o en tu habitación. Por eso, vamos a darte los mejores trucos para conseguirlo.

Lo primero que tienes que hacer es comprar una tela de calidad y que sea adecuada para el tipo de cortina que vas a confeccionar. No es lo mismo un estor paquetto que una cortina convencional. La tela tiene que tener el cuerpo adecuado. Pero, además, una tela de calidad se dejará ver en la belleza de la cortina.

Si la tela es importante, el hilo que escojas para coser también. Parece mentira como algo tan barato como una bobina de hilo puede hacer que tu trabajo se desluzca por haber escogido uno de mala calidad que destiña, que rompa o que no quede bonito.

Usa materiales como cordon plomo para cortinas para que tenga una buena caída la tela y no se mueva excesivamente con el viento. El cordón plomo se usa también para abrigos y prendas de ropa y lo que hace es dar peso para que la cortina se mantenga siempre en su lugar. 

Si vas a crear una cortina para barra, compra unos embellecedores para los ollaos con resultados garantizados, la cortina se verá mucho más bonita y evitarás que se acaben desmontando y que puedan echar por tierra todo el trabajo que te has dado para coserlas.

Una buena idea es que compres más tela de la que realmente vas a utilizar para la cortina. Así, con la tela sobrante podrás crear alguna funda para cojín para el sofá, consiguiendo que toda la sala se vea más coordinada. En el caso del dormitorio, puedes crear fundas para los cojines de la cama a juego con la colcha y con las cortinas, logrando el mejor efecto.

Cuando compres la tela, pide que te den una copia de la composición y de los consejos para su lavado. Así podrás saber si puedes lavarlas o no en agua caliente, si puedes o no meterlas en la secadora etc. Incluso puede ser que se trate de una tela que solo acepte la limpieza en seco. Es muy importante seguir las instrucciones del fabricante, algo que con frecuencia se olvida cuando se compra la tela por metros y que luego puede acabar teniendo consecuencias muy desagradables. 

Es la segunda cita que voy a tener con el dermatólogo y ha llegado el momento de solucionar algunas dudas y decidir qué tipo de tratamiento voy a seguir, al menos en un principio. La primera cita fue una toma de contacto, toma de contacto importante en mi caso porque me gusta conocer bien a los médicos antes de confiar en ellos para que me apliquen un tratamiento.

Mi problema con la piel no parece excesivamente grave pero sí que me está afectando bastante a nivel psicológico. Esto sucede sobre todo cuando algo te pilla desprevenido. No pensaba en absoluto que iba a volver a tener problemas en la piel como hace diez años. Cuando era más jovencita tuve una época de erupciones en la piel que me dejaron muy tocada. Fue la primera vez que consulté con una clínica de dermatologia medica quirurgica. Y aunque al principio costó encontrar una solución, las erupciones terminaron desapareciendo.

Ya en aquel momento, los especialistas de la clínica me indicaron que se trataba de un problema que podría volver a reaparecer dadas las características de mi piel. Lo tuve en cuenta, pero lo cierto es que con el paso del tiempo lo fui olvidando. Es normal: cuando un problema desaparece no vas a estar pensando en ello constantemente. 

Pero hace unos meses volvieron las erupciones. Si bien no son tan aparatosas como en su día sí que me ha cogido totalmente desprevenida y me han deprimido un poco. Como ahora vivo en otra ciudad, he tenido que buscar una nueva clínica especializada en dermatología medica quirúrgica. Con la buena experiencia que tuve en la anterior clínica me fijé que tuviera unas características parecidas. Y una vez que hablé con el especialista me di cuenta que se trataba de una persona cálida con la que fácilmente me iba a entender.

Pero una vez roto el hielo, como se suele decir, ahora en la segunda cita toca abordar el problema y ver si se puede aplicar la solución que ya se usó en el pasado o apostar por algo nuevo teniendo en cuenta el tiempo que ha pasado desde la primera vez.

Tuve que estar anunciando el piso más tiempo de lo que esperaba: está claro que la situación ha empeorado con respecto a hace un año. Hay menos movimiento, mucha gente teletrabaja y el barrio en el que se está el piso que yo pongo en alquiler está muy vinculado a las empresas de la zona. Yo no vivó ahí, pero estoy muy atenta a todo lo que sucede en el barrio también de cara a cuidar mi propiedad. Los anteriores inquilinos se fueron precisamente porque uno de los miembros de la pareja se quedó sin trabajo y prefirieron cambiar de piso.

Así que me tuve que poner manos a la obra para poner el piso otra vez en alquiler. Y uno de los aspectos que siempre hay que abordar cuando cambian los inquilinos es la revisión del estado del piso. Lo cierto es que la pareja que tuve era de fiar y no hubo mayores problemas más allá del típico desgaste del paso del tiempo. Pero sí que voy a tener que reformar algunas zonas de la casa, especialmente el baño adquiriendo mamparas de ducha plegables

La ducha del baño pequeño nunca ha tenido mampara. Si bien es cierto que siempre he tenido la intención de colocarla lo he ido dejando pasar. Se dio la circunstancia de que a estos últimos inquilinos no le molestó el asunto y lo dejamos estar. De hecho, cuando les sugerí ponerla me dijeron que no, que no tenían pensado usar mucho esa ducha en principio y que preferían la bañera del baño grande.

Pero sé que los nuevos inquilinos no van a estar por la labor de tener el baño así, con lo que me toca hacer obra y comprar mamparas de ducha plegables. También había cosas que revisar en la cocina, incluyendo el cambio de algún electrodoméstico, sobre todo la lavadora que está a punto de cumplir su vida útil. Por supuesto, pintar la casa y arreglar pequeños desperfectos Y espero que así logre alquilar el piso en pocas semanas, porque cuanto más tiempo pase, más dinero dejo de ingresar, claro está.

A todos nos gusta acertar con nuestras compras, dar con la tecla y no tener que arrepentirnos al poco de adquirir un producto. Acertar no es solo cuestión de suerte, sino de dominar el mercado, las marcas y las características del producto que necesitamos. Porque si no estamos muy al corriente de lo que queremos comprar, corremos más riesgo de que nos den gato por liebre. Sucede así en el ámbito de las caravanas, sobre todo si nunca hemos tenido una.

Para empezar a pensar en comprar una caravana, lo ideal es buscar mejores caravanas calidad precio. Pero no bastará con eso, ya que debemos tener claro que funciones va a cumplir y qué necesidades tenemos. Por ejemplo, ¿queremos una caravana nueva o preferimos apostar por la segunda mano?

En el mercado de las caravanas existe mucho movimiento en la segunda mano. ¿Por qué? Porque se trata de una forma de viajar que no es para todo el mundo. Algunas personas compran una caravana pensando que se van adaptar a ello fácilmente y luego se arrepienten: la ponen en venta tras un par de viajes. Luego, están aquellas personas que sí se han adaptado a esta clase de vida, pero quieren una caravana de mayor calidad poniendo a la venta la vieja para costear en parte la nueva adquisición. 

Por eso, a la hora de mirar mejores caravanas calidad precio también debemos estar atentos al mercado de segunda mano porque a menudo salen buenas oportunidades. No obstante, si tenemos muy claro que queremos una caravana nueva, el mercado ofrece numerosas opciones y más en estos tiempos en los que este sector vive un interesante repunte. 

Ahora bien, ¿sabemos cuáles son nuestras necesidades? ¿Cuántas personas van a ocupar el vehículo? ¿Es para un camping o para hacer rutas? Si la vamos a dejar en un camping y no la vamos a mover, probablemente necesitaremos una caravana distinta a si la vamos a mover mucho. Y luego está la parte técnica, otro aspecto que debemos revisar. Una vez respondidas todas esas preguntas, tendremos más posibilidades de aceptar con nuestra compra.

La leche en polvo se utiliza en muchas recetas para conseguir diferentes efectos, entre ellos una mayor cremosidad o espesor. Es el caso de los yogures caseros, deliciosos pero que, con frecuencia, nos quedan algo líquidos para nuestro gusto. Añadiendo un poco de leche en polvo asturiana, como una cucharadita de café por cada vasito de yogur, se consigue que este tenga un mayor cuerpo y quede más parecido en las apariencias a los que compramos en el supermercado.

Postres como el arroz con leche resultan deliciosos, pero si no se dispone de un robot de cocina se hace imprescindible revolver y revolver durante horas para que espese. Si en lugar de leche entera y nata o mantequilla se usa la leche en polvo para crear una leche espesa, se conseguirá un arroz mucho más cremoso y con un aspecto más atractivo y sabroso sin tanto trabajo, casi al instante.

 Solo necesitas el arroz previamente cocido, añadir la leche en polvo mezclada con agua y azúcar y con la consistencia deseada y, por último, un poco de nata. Al momento, se tiene ya un arroz con leche que no da trabajo y que está bueno. Este truco lo conocen muy bien los cocineros que logran así conseguir este postre de forma muy rápida. Al contrario que el arroz con leche clásico, este se sirve exclusivamente frío.

La leche en polvo se usa también para sustituir a la harina en algunas masas, como por ejemplo la famosa masa de pan de leche. Se consiguen así unos panes muy esponjosos y con un rico sabor dulce. Es un pan perfecto para quienes están a dieta porque es muy rico en proteínas y bajo en grasa y es apto para muchas dietas de moda.

Solo necesitas un huevo, seis cucharadas de leche en polvo y una cucharadita de polvos de hornear. Puedes separar la clara de la yema y ponerla a punto de nieve para conseguir un resultado todavía más esponjoso. Lo mezclas con movimientos envolventes, añades una chispa de sal y lo horneas en un molde a tu gusto. Un cuarto de hora a 180 grados en un horno previamente caliente es más que suficiente para contar con un pan recién hecho y perfecto para tomar con mermelada sin azúcar al desayuno o con jamón dulce a la merienda. Incluso solo es delicioso.